Estar frente a un libro de texto, en un salón de clases y recibir asesoría de una persona adulta que se hace llamar “maestro” parece el escenario ideal para que cualquier niño asimile como verdadera toda la información que le proporcionen. Después de todo, su capacidad de profundizar en la información y recurrir a otras fuentes ni siquiera se ha desarrollado. Hoy, te presentamos algunos datos que aprendiste en la escuela y consideras válidos, pero realmente son susceptibles de interpretación.
1 – Brujas a la hoguera.
Se estima que alrededor de 200 personas fueron acusadas de practicar la brujería; sin embargo, contrario a la creencia popular, muchas de las condenadas no perecieron en la hoguera. Durante los juicios de Salem, en enero de 1692, la mayoría de mujeres asesinadas acusadas de brujería fueron ejecutadas en la horca.
Por otro lado, las condenas no se aplicaron exclusivamente al género femenino, pues como resultado de estos juicios cinco hombres terminaron perdiendo la vida.
2 – Los ¿cinco? sentidos.
En la escuela aprendimos que el tacto, audición, olfato, visión y paladar son los únicos sentidos que poseen los humanos; sin embargo, también gozamos de la propiocepción, capacidad que nos permite reconocer la ubicación de nuestro cuerpo en el espacio, la fuerza que ejercen nuestros músculos y la posición de cada parte de nuestro cuerpo respecto a las demás, todo sin emplear la visión.
3 – Cristóbal Colón no “descubrió” América.
Crecimos con la idea de que Cristóbal Colón fue el auténtico “descubridor” del Nuevo Mundo. Pero, el título no podía estar más equivocado pues el continente había estado habitado desde hacía 15 mil años. Es más, se sospecha que Colón ni siquiera fue el primer europeo en pisar las Américas, pues el explorador vikingo Leif Erikson se le habría adelantado mucho tiempo atrás.
4 – No existe un “mapa” del sabor en nuestra lengua.
Según la Universidad de Florida, el típico mapa de papilas gustativas para diversos sabores que suelen presentar los libros de texto no es más que un mito. El engaño habría iniciado en 1901, cuando un científico alemán publicó sus hallazgos sobre el tema e incluyó una ilustración que fue mal interpretada y tergiversó todo el trabajo.
En la ilustración parecía que la lengua tenía un “mapa de sabores”, y las personas entendieron esto de forma literal, divulgando la interpretación errónea durante décadas. De hecho, nuestra lengua es capaz de identificar todos los sabores en cualquier región de su superficie.
5 – El brontosaurio sí era un dinosaurio.
Nos hicieron creer que el formidable brontosaurio realmente no formaba parte de los dinosaurios. Durante mucho tiempo, erróneamente se le consideró un apatosaurio. Sin embargo, su estado cambió definitivamente en 2015. Todo empezó en 1879, cuando el paleontólogo Othniel Charles Marsh clasificó a la especie en el grupo de los apatosaurios, basando su decisión en el hecho de que compartía algunas características con otra especie que descubrió un par de años antes.
Sin embargo, en 2015 un estudio encontró que los fósiles de estas dos especies eran esencialmente diferentes. Al final, resultó que el brontosaurus sí era un dinosaurio.
6 – Desconocemos todos los planetas del Sistema Solar.
Pese a los enormes avances en la exploración espacial, nuestro Sistema Solar aún guarda muchos misterios. La NASA ha llegado a decir que hay tres planetas enanos orbitando la estrella madre y que, probablemente, tengamos cientos de planetas y objetos no identificados más. Uno de los ejemplos más claros es el enigmático Planeta X, cuyas dimensiones serían equiparables a las de Neptuno.
A finales de la década de 1990, la comunidad científica rebajó el estatus de Plutón y lo incluyó entre los objetos que conforman el Cinturón de Kuiper. Varios años después, otro cuerpo que era reconocido como planeta fue reclasificado como elemento del cinturón de asteroides. En 2006, Ceres y Plutón ingresaron a una categoría denominada “planetas enanos”. Y el vaivén parece no tener fin.
7 – Napoleón Bonaparte no era un enano.
La estatura de Napoleón oscilaría los 1.69 m, un promedio aceptable para aquella época. El mito de que tenía muy baja estatura surgió durante su muerte, cuando algunos curiosos lo midieron y se produjo una confusión debido a las diferencias entre el sistema de medición de Francia y Gran Bretaña. Lo que nadie puede negar es su romanticismo empedernido y cursi.
8 – Los polémicos colores del arcoíris.
En la escuela aprendimos que el rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y violeta forman los colores fundamentales del arcoíris. Sin embargo, muchos argumentan que lo ideal sería excluir al violeta de esta lista pues ese color se genera a partir de la mezcla entre azul y rojo, que aparecen en los extremos de estos peculiares fenómenos de la óptica.
9 – Thomas Edison no fue el inventor de la bombilla.
Joseph Wilson Swan habría inventado el primer prototipo funcional de una bombilla allá por el año de 1860. El invento tenía varios problemas, sobre todo porque Swan empleó filamentos de papel carbonizado. Edison tomó la idea, resolvió los problemas técnicos y fabricó un prototipo más viable, económico y seguro.
