Are Rojas, la chica que también se desnudó frente a una gasolinera, incendió el odio y amor de varios usuarios de Instagram, tras compartir varias fotografías en donde se le ve desnuda en el altar de una iglesia con únicamente una corona de espinas en la cabeza.
Las fotografías fueron catalogadas como un insulto por los internautas religiosos, que de inmediato denunciaron el contenido e intentaron destrozarla con comentarios ofensivos que la conejita Playboy prefirió ignorar.
"Mi desnudez no ofende a Dios"
"Yo también soy un pecador pero nunca ofenderia a Dios de esa manera", "Profanadora", "A Dios no lo ofende, pero a la Iglesia católica sí" y "Es una falta de respeto entrar a la casa de Dios así", fueron algunos de los comentarios.
Por el contrario, a través de su cuenta oficial de Twitter compartió un texto en donde explica que su desnudez no ofende a Dios, sino a todos aquellos que lo usan para manipular masas y vivir una doble moral.
Hay mucha gente envidiosa
Para la joven educadora sexual, los juicios también se derivan de la envidia, pues muchos de los que la critican no se atreven a ser libres y deshacerse de las etiquetas sociales que los limitan.
Asimismo, piensa que el posar desnuda honra la creación, la belleza de los cuerpos y la diferencia de sexos, así que la desnudez debería normalizarse, así como el ejercicio pleno de una vida sexual.