Un parto natural es un proceso doloroso para la mujer, y muchas sienten alivio al tener la oportunidad de optar por una cesárea. Y es que, desde una perspectiva anatómica, la pelvis humana es demasiado estrecha para el paso de un cuerpo tan grande, sobre todo la cabeza. De hecho, este inconveniente hace que el parto sea potencialmente peligroso para las madres.
Una transformación increíble.
Para conocer lo radical que resulta este proceso, un grupo de investigadores obtuvo imágenes 3D de los bebés antes y después del parto, resultando una maravillosa secuencia de imágenes que permiten conocer la deformación en la cabeza del bebé durante el nacimiento. Los investigadores sometieron a 27 mujeres embarazadas a exámenes de resonancia magnética cuando tenían entre 36 y 39 semanas de gestación, y 7 de estas voluntarias regresaron a la máquina de resonancia pocos minutos antes de dar a luz.
Como puedes observar en el gráfico, la cabeza de un bebé se deforma para posibilitar su paso por el canal vaginal durante el alumbramiento, y la trasformación es realmente espectacular. La secuencia A, C y E representa a los bebés previo al nacimiento, mientras la B, D y F ilustra a los mismos durante la segunda fase del parto, donde el cuello del útero ha alcanzado una dilatación de 10 centímetros y la expulsión del bebé es inminente.
Según lo publicado en la investigación, después del nacimiento 5 de los bebés analizados recuperaron casi inmediatamente el formato craneal que presentaban cuando aún estaban en el útero. Estas son las imágenes del cráneo de uno de los bebes antes del nacimiento (A, B y C) y durante la segunda fase del parto (D, E y F).
Cambio radical.
Para finalizar, es pertinente aclarar que incluso los bebés que nacen por cesárea pueden presentar estas deformaciones en la cabeza. Sin embargo, los bebés analizados para este estudio se quedan cortos ante las fotografías de un bebé llamado Graham que, a causa de su posición durante el proceso de parto, salió con el cráneo severamente deformado.
A los pocos minutos, la cabeza del pequeño recuperó la forma esperada