Por 9 días, un hombre de 35 años presentó una erección en Reino Unido, luego de que cayó de su motocicleta.
El reporte médico indica que el individuo presentó un moretón en el perineo, la zona entre el ano y los genitales, lo que le causó dicha condición.
De acuerdo con la revista médica Case Reports in Urology, los médicos resolvieron la poco habitual complicación y el paciente no sufrió daños permanentes.
No le tomó importancia al principio
Según el reporte, el hombre cayó de su moto nueve días antes de que acudiera a emergencias... Si bien en un principio, parecía que solo se había golpeado en su perineo, poco tiempo después, comentó a desarrollar una erección que duró mucho más de cuatro horas.
En un estudio publicado en abril en la revista médica se relata que aunque la erección no fue dolorosa y no presentó otros síntomas, el sujeto tuvo que lidiar con “una leve molestia al caminar”.
Se clasificó en el hospital que presentaba una erección de grado IV, que es la más alta que existe en la table de puntaje de dureza, incluso entre los casos de rigidez del pene no deseada, la situación del hombre era inusual.
Priapismo
Se explica en la publicación que cerca del 95 por ciento de las erecciones que duran demasiado tiempo, una condición conocida como priapismo, implica el bloqueo de los vasos sanguíneos que están conectados directamente al pene.
Este es priapismo de bajo flujo, es decir, una erección causada por sangre que no puede abandonar los genitales de manera normal.
No obstante, el hombre británico presentó ¡priapismo de alto flujo!, es decir que la sangre no dejaba de ir hacia sus genitales.
Eso se da cuando los vasos sanguíneos que rodean los genitales se lesionan y se rompen por un trauma físico, que deriva en la acumulación de sangre en el área y dos fístulas en el lado izquierdo y derecho de las conexiones de sus genitales, lo que redirigió la sangre acumulada a los vasos que regulaban su erección.
La solución
Como solución, el hombre empleó un catéter en las arterias que alimentan directamente la erección, en tanto que los médicos crearon sus propios coágulos de sangre cerca de cada fístula. En una de estas colocaron una espuma similar a un gel que se descompone sola de cuatro a seis semanas. Para la otra utilizaron un pequeño conductor específicamente diseñado para bloquear un solo vaso sanguíneo.
A un año de aquella experiencia, el sujeto dijo que tenía una función eréctil completamente normal y que su condición fue mejorando aunque le tomó un tiempo recuperar completamente el uso de su pene.