Hoy, los estafadores están prácticamente en todos lados. Las amenazas abundan y ni siquiera los confines de un aeropuerto ofrecen seguridad. En la mayoría de terminales aeroportuarias alrededor del mundo podemos encontrar estaciones de carga que parecen un oasis en medio del desierto cuando la pila de nuestro dispositivo móvil está por agotarse. A cambio de dinero, estos puertos USB ofrecen recargar las baterías pero, si te preocupa la integridad de tu información, deberías evitar utilizarlos.
Si esa analogía con el cepillo dental no te convence, no puedo imaginar algo más asqueroso que lo haga. Es mucho más seguro viajar con el cargador regular de nuestros teléfonos o recurrir a los famosos bancos de energía.
El peligro de los puertos USB públicos.
Claro, si no quieres llevar tu cargador ni invertir en un power bank, pero te preocupa la seguridad, podrías llevar en tu bolso un adaptador USB que bloquea la transferencia de datos y solo habilita los canales del voltaje, así puedes cargar tu teléfono con la seguridad de que tu información estará resguardada. Entre las marcas más populares tenemos el “Juice-Jack Defender”, aunque existen otros más económicos. Sí, los USB también tienen “preservativos”.
Quizá puedas pensar que nos estamos poniendo un poco paranoicos con el asunto; sin embargo, un informe publicado hace algunos meses por el departamento de seguridad de IBM reveló que los criminales cibernéticos están muy enfocados en la industria del transporte. En 2017, esta industria se encontraba en la décima posición del ranking, hoy figura en el segundo sitio.
Caleb Barlow también advierte que no debemos utilizar accesorios tecnológicos “olvidados” por otros pasajeros. De hecho, podría tratarse de una carnada para estafarte, pues algunos criminales han llegado al punto de añadir un chip a los cargadores tradicionales para desplegar el código malicioso y, obviamente, robar todos tus datos. De hecho, siempre es una mala idea usar un puerto USB que no conozcas.