Nunca sabes cuándo ni en dónde ni en quién vas a encontrar el amor, lo único cierto es que puede llegar en la situación más inesperada, tal como le pasó a Megan Willis de 26 años que cuando se casó en 2015 sin saber que el amor de su vida no era el hombre del altar, aunque sí uno que estaba entre los invitados.
Todo comenzó en noviembre de 2015 cuando la hermana de Megan le presentó a Mark que actualmente tiene 49 años y trabaja como DJ en eventos privados. Así, tras unos meses de conocerse, la joven decidió contratarlo para que se encargara de tocar en la recepción de su boda, pero no imaginaba lo que estaba por pasar.
Tras un año de matrimonio, Megan se dio cuenta de que algo no estaba bien y decidió comenzar con el trámite para divorciarse del que entonces era su esposo; estaba en ese proceso cuando un día, visitando a su hermana volvió a encontrarse con Mark, a quien le contó sobre el fracaso amoroso que sufrió.
El reencuentro fue un parteaguas para ellos que de inmediato comenzaron a forjar una amistad muy cercana a través de llamadas y mensajes; se contaban todo, incluidos los detalles de la separación que ambos había enfrentado pues él también había roto recientemente, pero con una relación de 27 años.
Los dos vivieron juntos sus respectivos divorcios y en 2017, cuando Megan firmó los papeles finales, se mudó a vivir a Carolina del Norte, donde el vivía ya separado. Para enero de 2018, Mark concluyó con su parte y ambos decidieron inicia una relación de pareja.
A pesar de que la historia ha sido duramente criticada en redes sociales por la forma en que la pareja se conoció y por la diferencia de 23 años que hay entre ellos, Megan asegura que todo esto dejó de ser una preocupación para ella hace tiempo pues con Mark se siente “feliz y plena”