Para nadie es un secreto que los antiguos griegos veían la homosexualidad como una práctica cotidiana. A menudo, las parejas homosexuales mostraban tanta devoción y compromiso en su relación, que el propio Platón sugirió la integración de un ejército de varones conformado exclusivamente por amantes. Esta fuerza griega de élite conformada por 150 parejas homosexuales pasó a la historia como el Batallón Sagrado de Tebas.
La influencia de El banquete de Platón en el Batallón Sagrado de Tebas.
El banquete de Platón fue escrito entre los años 385 y 370 a.C. En esencia, se trata de una “discusión” hipotética entre varios comensales, incluido Sócrates. Fedro, un especialista en temas amorosos, señala que una fuerza de guerra integrada exclusivamente por parejas homosexuales resultaría formidable en batalla, pues cada uno pelearía para garantizar la seguridad de su amado. “Ningún hombre es tan cobarde que el amor no pueda inspirarle un valor equiparable al del más valiente”, escribió Platón.
Varios años después que Platón plasmara la idea en El banquete, el peculiar ejército se volvió realidad. Alrededor del 378 a.C., el ejército de Tebas conformó una fuerza de élite con 150 parejas de amantes homosexuales: el Batallón Sagrado de Tebas. El general Górgidas fue responsable por la selección de este ejército, y una de sus primeras misiones fue marchar al frente de batalla durante el célebre conflicto entre Cabrias y el rey espartano Agesilao II.
El ejército de amantes homosexuales en batalla.
El Batallón Sagrado de Tebas no fue una maniobra puramente publicitaria. Su intervención resultó relevante en diversas batallas y tuvo un papel decisivo en consolidar a Tebas entre las ciudades-estado más importantes de la época. El primer registro conocido sobre el firme compromiso militar del Batallón Sagrado de Tebas fue escrito en el 324 a.C. en la obra Contra Demóstenes, del orador Dinarco. Aquí se especifica que el dichoso ejército estaba dirigido por el general tebano Pelópidas y el general griego Epaminondas, supuestamente amantes, quienes salieron victoriosos contra los espartanos en la batalla de Leuctra.
La selección de los guerreros.
Ser homosexual y tener pareja no era suficiente para ingresar al Batallón Sagrado de Tebas. La selección oficial de las 150 parejas fue realizada por Górgidas en base a la experiencia militar y habilidades atléticas. De hecho, cada pareja debía encajar en el modelo griego de relación homosexual en la época: un hombre maduro y dominante acompañado de su pasivo amante joven.
Según Polieno, las parejas elegidas para integrar el batallón eran “devotas entre sí por obligaciones mutuas de amor”. El término “sagrado” en el nombre de la división derivaba del “voto sagrado” que hacia el amante o erastés (el hombre maduro y activo) y su amado o erómero (el más joven y pasivo) en el Santuario de Iolaus en Tebas.
Entrenamiento y disciplina en el Batallón Sagrado de Tebas.
El Batallón Sagrado de Tebas era una máquina de guerra que debía estar perfectamente aceitada en caso de que la ciudad necesitara de su intervención. Por eso, cuando no estaban en el campo de batalla, los soldados solían afinar sus habilidades militares y hacer ejercicio físico. La evidencia sugiere que también practicaban lucha libre de modo competitivo. Además, participaban en danzas pues se consideraba que la incursión del arte en la vida de estos soldados propiciaba un desarrollo integral.
También practicarían deportes ecuestres pues Górgidas había sido oficial de caballería. Algunos aseguran que el Batallón Sagrado de Tebas estaba tan bien entrenado como las legendarias fuerzas de combate de élite en Esparta.
La Batalla de Tegira.
En un episodio memorable, el Batallón Sagrado de Tebas se disponía a tomar la ciudad de Orcómeno con la guía de Pelópidas pues corría el rumor de que los espartanos la habían dejado desprotegida. Sin embargo, al llegar a las inmediaciones de la ciudad Pelópidas encontró que los espartanos ya contaban con refuerzos. Lógicamente, ordenó a su ejército de homosexuales una retirada inmediata; aunque, el destino les jugó una mala pasada y terminaron entre los espartanos que regresaban a Orcómeno y los refuerzos que custodiaban la ciudad.
El Batallón Sagrado de Tebas era ampliamente superado en número. Sin embargo, el experimentado Pelópidas ideó un plan sobre la marcha y tomó a los comandantes espartanos. Sin cabeza, las fuerzas de Esparta titubearon y fueron doblegadas por los tebanos. El episodio fue conocido como Batalla de Tegira.
La trágica caída del Batallón Sagrado de Tebas.
La gloria del Batallón Sagrado de Tebas llegó a su fin de forma especialmente trágica. En el año 338 a.C., durante la Batalla de Queronea ateneos y tebanos unieron fuerzas para vencer a Filipo II de Macedonia y su hijo, Alejandro Magno. Pese al riguroso entrenamiento de la fuerza homosexual tebana, los macedonios figuraban como rivales muy superiores. El batallón fue rodeado y se le ofreció la oportunidad de una rendición pacífica. Pero, como lo había predicho Platón, los amantes se mantuvieron firmes en la batalla hasta la muerte.
Las 150 parejas que integraban al Batallón Sagrado de Tebas murieron a manos de los macedonios. Pese a esto, ganaron tanta reputación como guerreros que el propio Filipo II habría lamentado su fin al observar el poderoso ejército de amantes reducido a un montón de cadáveres. Tras la caída del batallón en la Batalla de Queronea, Tebas también cayó y su dominio en la antigua Grecia llegó a su fin.
Los griegos no volvieron a conformar un ejército integrado exclusivamente por amantes homosexuales.