Las "velas de tiempo" (nombre utilizado por los romanos), "velas reloj", o "relojes de fuego", son velas de duración prevista, con marcas numeradas que se alcanzan mientras la vela se consume.
Esta marcas pueden incorporarse al cuerpo de la vela o colocarse junto a ella.
El borde de la vela al ir disminuyendo de altura indica sobre la escala el paso del tiempo. Las escalas pueden tener diferentes grados, llegándose hasta 10 minutos de precisión.
Si se incorporan bolas de metal o clavos estos caen sobre una chapa haciendo ruido al ir consumiéndose la vela, lográndose así un rudimentario temporizador.
Se usaron con asiduidad en interiores y marcaban periodos de duración determinada para el estudio, la oración y las responsabilidades reales.
La primera mención registrada de estas velas data del siglo IX aunque probablemente ya se usaban mucho antes.
Relojes de sol, arena, agua ... y fuego. De ellos se sirvió el hombre para medir el tiempo.
Un proverbio dice: "El hombre mide el tiempo, y el tiempo mide al hombre" ...sin duda nuestra forma de medir el tiempo, condiciona nuestra forma de vivir en él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario