Un hombre de 54 años de California, que pasó 64 días hospitalizado tras haberse contagiado de coronavirus, perdió la mayoría de sus dedos de las manos debido a los efectos secundarios de la enfermedad
Los médicos dieron a Gregg Gafield un 1% de posibilidades de sobrevivir, y debió pasar 31 días ingresado en la unidad de cuidados intensivos conectado a un respirador ante de conseguir dar negativo en la prueba.
“Hablando en términos médicos, yo no debería estar aquí, mi sistema inmunológico me comió vivo”. La falta de riego sanguíneo ocasionó que el hombre perdiera los dedos de las manos.
“El COVID-19 tiene efectos en el torrente sanguíneo endovascular, por lo que afecta el flujo sanguíneo”, explica por su parte doctor del centro médico Cedars Sinai, David Kulber. “Es por esta razón que algunos jóvenes han tenido derrames cerebrales, y es por eso que los anticoagulantes son un tratamiento en estos pacientes”, indicó.
Garfield contrajo la enfermedad junto a otras 12 personas el pasado mes de febrero durante un viaje a Italia .“Tres días después las personas empezaron a sentirse enfermas. Para el final del viaje, todos estábamos enfermos, pero ninguno de nosotros sabía que tenía coronavirus”, comentó.
Los efectos del coronavirus en su cuerpo fueron devastadores, además de apuntarle los dedos, Garfield padeció sepsis, insuficiencia renal, insuficiencia hepática, embolias pulmonares y estallido de pulmones.