En la India, un empresario ordenó la confección de un cubrebocas de oro para protegerse en medio de la pandemia. Se trata de Shankar Kurhade, que gastó alrededor de US$ 5 mil para adquirir una pieza de protección de 60 gramos en oro que requirió 8 días de elaboración.
Kurhade jamás sale de casa sin sus llamativas joyas, entre las que figuran una pulsera enorme, una cadena de proporciones bíblicas y múltiples anillos en su mano derecha que, en conjunto, pesan más de un kilogramo.
El lujoso cubrebocas del empresario, que amasó una fortuna fabricando almacenes industriales, está inspirado por un sujeto que utilizaba un cubrebocas de plata mientras lo entrevistaban para un noticiario televisivo. “Siempre salgo con todas las piezas de joyería, y al ver a ese tipo en la televisión usando un cubrebocas de plata, pensé que debía hacerme uno propio en oro”, confesó Kurhade. “Acudí con mi orfebre personal y le propuse la idea. Tardaron 8 días en hacerlo”.
El hombre no tiene certeza alguna sobre la eficacia de su cubrebocas, pero al menos está feliz por la fama que le ha traído. “Donde quiera que voy, las personas me paran para tomar selfies. Se impresionan al verme con un cubrebocas de oro y muestran curiosidad por saber si es auténtico”.
Si tú, como la mayoría de nosotros, no puedes desembolsar 5 mil dólares para comprar un cubrebocas de oro, los que venden en cualquier farmacia resultan mucho más económicos y prácticos.
Además, el contacto entre esos artículos y nuestra piel es mucho más suave y confortable. Sin embargo, es importante tener en mente que los cubrebocas están diseñados para emplearse como parte de una cobertura facial general y no para funcionar como dispositivos médicos o equipo de protección individual.