Todos hemos escuchado historias de castillos princesas y dragones, sin embargo si de ellos se habla el primero que se nos viene a la mente quizá es el Castillo de Chapultepec, sin embargo la Ciudad de México esconde entre sus calles y chinampas, uno de los castillos más desconocidos.
Son pocos los capitalinos que saben de la existencia del denominado Castillo Blanco, pero el Barrio San Diego Tlalcozpan resguarda entre sus callejones esta antigua estructura que sobresale entre los árboles y casas de la alcaldía de Xochimilco.
El “Castillo Blanco” se localiza al norte del alcaldía y al sur de la Ciudad de México; está construido en el Barrio de San Diego, considerado uno de los barrios nuevos de Xochimilco, ya que fue fundado en siglo XVIII.
A finales del siglo XIX existían abundantes manantiales en esta zona, sobre la que hoy se erige la Ciudad de México, y también un misterioso castillo blanco. Un embarcadero y solitarios callejones protegen ahora el silencioso castillo de toque medieval.
Este enigmático edificio blanco se encuentra a una hora de los embarcaderos más cercanos en la zona y se puede acceder a él desde el callejón Tlachitongo.
¿Cómo visitarlo?
Para llegar hasta el sitio en el que se encuentra el Castillo te sugerimos que lo hagas en transporte, puedes estacionar tu vehículo en el embarcadero Nativitas. Desde ahí toma el colectivo de la ruta 65 que se dirige a Tasqueña.
Enseguida desciende en la calle de Pino y asegúrate de estar en el Barrio de San Diego; desde aquí camina sobre esa calle hasta Dalia y das vuelta a la izquierda. Continúa caminando hasta el segundo callejón y después gira a la derecha.
Ahí ya estarás entrando en el Barrio San Esteban; sigue hasta el puente peatonal, en este punto podrás observar dos construcciones que sobresalen de la naturaleza: el Castillo y la iglesia del centro de Xochimilco.
En caso que tomes un viaje por los canales de Xochimilco a bordo de una trajinera, puedes pedirle al lanchero que incluya la vista del castillo en el trayecto, indica El Heraldo.