Camazotz figuró como el dios maya del sacrificio, la noche y la muerte. Dadas las descripciones del personaje: cabeza de murciélago, máscara y orejas puntiagudas, algunos lo comparan con Batman. Sin embargo, pese a las similitudes con el Caballero de la noche, Camazotz no era superhéroe y mucho menos perdía tiempo buscando justicia. Y aunque tampoco era millonario ni disponía de artilugios tecnológicos, lo veneraban en la misma medida que le temían.
Los orígenes de Camazotz.
El culto a esta deidad inició alrededor del año 100 d.C. en la cultura zapoteca. Esta tribu asociaba los murciélagos con la muerte y la noche por una fuerte influencia de las creencias vigentes en la época. Resulta que los murciélagos habitaban las numerosas cavernas situadas en los “cenotes sagrados”, sitios que los mesoamericanos veían como rutas de acceso al Inframundo.
Probablemente, la mera visión de estos animales volando del lugar que consideraban “el otro mundo” fue suficiente para adjudicarles un aura mística. Entre todos esos encuentros con animales alados en las penumbras, nació la leyenda de un dios murciélago que se dispersó lentamente entre diversos pueblos mesoamericanos. Generalmente, Camazotz era representado con un cuchillo de sacrificio en una mano y un corazón humano en la otra, por lo que no lo consideraban un dios benevolente.
Camazotz: murciélago de la muerte.
En idioma quiché el significado de la palabra Camazotz es, literalmente, “murciélago de la muerte”. El pueblo maya quiché representa a los habitantes originales de las tierras altas de Guatemala, donde se desarrolló una gran cultura mucho antes de la colonización. Algunos expertos creen que Camazotz nació de una fusión entre la historia de una deidad murciélago y el propio dios del fuego, generando una entidad mucho más aterradora.
Buena parte de este folclor que desarrollaron los quichés se resume en el Popol Vuh. El Popol Vuh es un compendio de historias y leyendas mayas transmitidas inicialmente por tradición oral. En 1550, plasmaron todo el acervo en papel y para el siglo XVIII el fraile dominico Francisco Ximénez de Quesada lo tradujo al español.
En el Popol Vuh se recoge una de las hazañas más notables de Camazotz, un episodio en el que salió victorioso de un encuentro con los hermanos Hunahpú y Xbalanqué. Estos personajes gemelos aparecían frecuentemente en los viejos cuentos de los nativos, y a los mayas les encantaba utilizarlos. Recurrir a la figura de los gemelos para contar historias aparentemente representaba la idea de dualidad, como el bien y el mal.
Hunahpú y Xbalanqué.
Básicamente buscaban transmitir que la luz y la oscuridad, el día y la noche, el Sol y la Luna, etc., guardaban cierto equilibrio para mantener la armonía. Héroes gemelos, como Hunahpú y Xbalanqué, funcionaban como semidioses.
Hunahpú y Xbalanqué resultaban tan importantes para los mayas que cuentan con su propia saga en el Popol Vuh. Sin embargo, la historia en la que interactúan con Camazotz no representa su mejor momento. La leyenda dice que los gemelos fueron invitados a Xibalbá, el Inframundo maya. Como sucede con los héroes en muchos otros cuentos épicos, el viaje de los gemelos estuvo repleto de obstáculos y retos. Salieron bien librados de todo hasta que los señores del Inframundo los desafiaron a pasar una noche en Zotzilaha, la casa de los murciélagos.
Los gemelos eran considerados personajes muy astutos, y esta ocasión no sería la excepción. Aceptaron el reto con la idea de ocultarse en sus cerbatanas por la noche. Mientras esperaban en este lugar, protegidos por la dureza de las cerbatanas, el escándalo que producían los murciélagos en la espeluznante caverna empezó a calmarse hasta que todo quedó en silencio.
Por algún motivo, Xbalanqué pensó que había amanecido y todos los murciélagos se habían ido. Por eso, propuso a Hunahpú echar un vistazo para confirmar.
Hunahpú estuvo de acuerdo con la idea de su hermano y sacó la cabeza de la cerbatana para verificar que todo estuviera despejado. Era la oportunidad que Camazotz tanto esperaba. Cuando Hunahpú asomó la cabeza, el dios murciélago se agachó y lo decapitó de un solo golpe. Posteriormente, utilizarían la cabeza como pelota en el próximo juego de pelota de los dioses.
Otras apariciones de Camazotz.
En otro fragmento del Popol Vuh, Camazotz hace una aparición como un hombre alado. En esta ocasión, llega como mensajero de Xibalbá para romper un trato entre la humanidad y Tohil, el dios patrón de los Quichés. La humanidad solicita acceso al fuego para hacer el mal. Al final, a cambio de cumplir el deseo prometen al dios sus axilas y cinturas. Esa promesa realmente es un guiño al sacrificio humano, donde la caja torácica se abría desde las axilas hasta la cintura.
Esa reputación agresiva de Camazotz permeó hasta una leyenda en la que se convierte en uno de los cuatro demonios animales que aniquilaron a toda la humanidad durante la era del primer sol.
Inspiración en los murciélagos.
Comparar a un ser tan despiadado como Camazotz con los inofensivos murciélagos parece un poco injusto. Por eso, los investigadores manejan varias teorías. Una dice que Camazotz se inspiró en el Desmodus rotundus, mejor conocido como vampiro común. Aunque son animales pequeños, tienen la pésima costumbre de chupar sangre de otros animales. Observar esto en medio de la noche o, peor aún, encontrar las mordidas en el ganado, podría resultar muy inquietante. Sin embargo, la segunda teoría parece más plausible.
Otros creen que la figura de Camazotz se inspiró en una especie de murciélago llamada Desmodus draculae, actualmente extinta. Estos animales fueron endémicos de Centroamérica y Sudamérica, y no se parecían en nada a los inofensivos murciélagos de la fruta. El Desmodus draculae era hasta 30% más grande que los murciélagos vampiros comunes de nuestros días, y aparentemente estaban obsesionados con la sangre.
Especie extinta.
Aunque algunos investigadores creen que se alimentaban succionando sangre de animales pequeños, otros consideran que atacaban presas mucho más grandes como ciervos y ganado. Lo poco que sabemos de estos animales es lo que los científicos han deducido a partir de los fósiles, aunque es muy probable que fueran tan terroríficos como se sugiere.
Pero, lo más inquietante con esta especie es que se desconocen los motivos de su extinción. Los expertos no han determinado ni la causa ni el momento en que desaparecieron. Algunos dicen que todavía acechan en las cuevas, esperando que los excursionistas desciendan para alimentarse de su sangre.
Los fósiles y dientes de estos animales se han localizado desde México hasta Argentina. Esto sugiere que se trataba de animales comunes para los pueblos mesoamericanos, y probablemente sirvieron de inspiración para Camazotz.
El legado de Camazotz.
Aunque el apogeo de Camazotz en la cultura maya tuvo lugar hace miles de años, su legado sigue vivo. Por ejemplo, en La Torre Oscura de Stephen King aparece un personaje inspirado en el antiguo dios murciélago.
Hace algunos años, Camazotz también sirvió de inspiración para un rumor que se divulgó por Internet. Supuestamente, en unas antiguas ruinas mayas encontraron un busto muy parecido a la figura de Batman. De hecho, el bulo se acompañaba de una foto espectacular. Más tarde se supo que fue idea de Warner Brothers como parte de una promoción para celebrar el 75 aniversario del Caballero de la noche.
En esa época, la productora organizó una exhibición en el Museo Mexicano del Diseño e invitó a múltiples artistas para rediseñar el famoso busto del superhéroe. Un artista llamado Christian Pacheco fue responsable de esta creación.
Inspirado por su amor a Batman y la historia, Pacheco creó un busto de Batman inspirado en Camazotz. El resultado fue tan espectacular y realista que muchas personas en redes sociales lo confundieron con un artículo real.