Ferrari sumergido 26 años

 En 1994, un Ferrari Mondial modelo 1987 desapareció en Ámsterdam, capital de Países Bajos. El automóvil era uno de los bienes más preciados de un hombre de negocios y aquel trágico día comenzó el viacrucis para localizar el cacharro. El automóvil era único en aquella ciudad. Además, la pintura especial en color rojo de la famosa fábrica de automóviles italianos lo hacía llamativo.

Un automóvil de esa categoría no pasaría desapercibido para las autoridades. Por eso, cuando la policía local no logró encontrar evidencia alguna del robo o paradero del bólido, el panorama se volvió sombrío. La investigación se atascó y el propietario original del vehículo decidió hacer efectivo su seguro contra robo. Finalmente, le pagaron el valor total del vehículo.

Así concluyó la extraña búsqueda del artículo de lujo, y durante 26 años el caso parecía muerto. Sin embargo, el 17 de junio de 2020 un grupo de buzos localizó un extraño artefacto mientras realizaba un entrenamiento de rutina. El personal entrenaba en el tramo IJ del canal Javakade cuando localizaron un vehículo deportivo rojo.

Como no lograron retirar el auto por cuenta propia, notificaron a la policía del hallazgo. Días después, el Ministerio de Defensa recibió una notificación donde solicitaban un operativo a gran escala para sacar del agua el auto deportivo. La operación se realizó sin contratiempos el 9 de julio del mismo año.

Recuperando el Ferrari Mondial.

La recuperación del vehículo se transmitió en un video que compartió la policía de Ámsterdam por Twitter. Inmediatamente, los conocedores del tema lo identificaron como un Ferrari de la década del 80 por sus características estéticas. Un equipo de forenses evaluó el vehículo para identificar cualquier indicio de actividad criminal.

Inicialmente, la investigación no logró determinar el tiempo que el automóvil estuvo bajo el agua. Sin embargo, localizaron un registro de pérdida total relacionado con el artículo. Se trataba del reporte elaborado en 1994 por el propietario original. Dado que las características y el número de placas coincidían, se hizo posible estimar que ese Ferrari Mondial de 1987 estuvo sumergido 26 años.

Como la víctima solicitó el monto asegurado y el caso se cerró, el dueño legal del automóvil no insistió en recuperar su propiedad. De hecho, el Ferrari terminó en un depósito de chatarra local. El deportivo era pérdida total, al grado que el establecimiento ni siquiera pudo aprovechar partes esenciales para el funcionamiento y mucho menos las externas. La oxidación y el tiempo destruyeron el vehículo por completo.

Pero, una vez que la prensa local empezó a divulgar la noticia, el depósito de chatarra empezó a recibir visitas de personas curiosas. Eventualmente terminó llamando la atención de los coleccionistas y le hicieron una limpieza. «La mayoría de las piezas no se pueden usar en otros automóviles, pero hay coleccionistas dispuestos a comprarlas como coleccionables», señaló el vocero de la empresa De Ooyevaar Autodemontage.

Hasta ahora, las propuestas de compra no llaman la atención de los propietarios actuales. Y más bien están pensando en un museo para proponer una restauración y exhibición permanente. Así, podrían vender el automóvil entero en lugar de hacerlo por piezas o triturarlo para reciclar el metal.

Cortesia del Comunista levantalatas