¿Qué sabes sobre el espiritismo? La sola posibilidad de hablar con los muertos ha fascinado a los humanos durante mucho tiempo. De hecho, existió una época donde comunicarse con los muertos estaba de moda. El espiritismo se arraigó particularmente fuerte en Estados Unidos donde, irónicamente, se impulsó gracias a un par de bromas pesadas.
El espiritismo de las Hermanas Fox.
Kate Fox, Margaret Fox y Leah Fox, mejor conocidas como las Hermanas Fox, organizaron una presentación en la víspera del Día de los inocentes. El acto consistía en fingir una conversación con un vendedor ambulante asesinado y sepultado en su propia casa. La segunda parte de esta broma consistió en el supuesto hallazgo del esqueleto del vendedor ambulante. Más tarde, se supo que alguien puso la osamenta con premeditación.
Los seguidores del espiritismo están convencidos de que se puede hablar con los muertos. A menudo, citan algunos pasajes de la Biblia para justificar sus ideas. Esto ha hecho posible que coexista con el cristianismo sin que se le considere un estigma. Sin embargo, antes que el espiritismo se arraigara en Estados Unidos, por Europa abundaban los seguidores del mesmerismo.
La primera broma.
En el Viejo Mundo, numerosos charlatanes se hicieron de fama y dinero haciendo creer a los incautos que podían viajar en el tiempo y curar mágicamente a los enfermos. Pero, en el Nuevo Mundo las presentaciones (promocionadas como auténticas) de las Hermanas Fox asentaron las bases para el éxito del espiritismo. Increíblemente, a nadie pareció extraño que aquella primera demostración de una canalización espiritista sucediera en el April Fool’s Day de 1848.
Margaret y Kate Fox demostraron una supuesta capacidad para interactuar con los espíritus invocando a un vecino. El montaje incluía golpes en pisos y paredes, así como respuestas a sus preguntas y otras solicitudes. En el performance estuvo presente la Sra. Fox, a quien no resultó extraño que el espíritu de un vendedor ambulante habitara su hogar. Además, ni se inmutó al descubrir que sus hijas podían hablar con los muertos.
El auge del espiritismo.
Tras ese evento, los rumores sobre las supuestas habilidades de las Fox pasaron de boca en Boca. Eventualmente, Margaret y Kate se mudaron a Nueva York, para unirse a su hermana mayor, Leah. Todo pudo terminar en una chusca anécdota, pero en aquel momento el área de lagos Finger (también en Nueva York) era epicentro de un movimiento religioso.
El negocio del engaño.
Allí nació la religión mormona y, posteriormente, la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Toda esa actividad religiosa y paranormal era de gran interés para la población. Pero, la llegada de las hermanas Fox hizo que muchos escépticos cambiaran de opinión. En Rochester, las charlatanas convencieron a los líderes de la ciudad de que realmente podían comunicarse con los muertos.
Posteriormente, se dirigieron a la ciudad de Nueva York para seguir con el “negocio”. Irónicamente, instalaron su oficina para sesiones de espiritismo en una suite del hotel Barnum. Cuando se esparció el rumor, multitudes se presentaron a verlas. Eventualmente, las hermanas Fox tomaron caminos distintos.
La revelación del fraude.
Margaret se casó con un hombre que conoció en una de sus presentaciones y terminó por aceptar que todo era un fraude. Abandonó completamente la práctica del espiritismo y se convirtió al catolicismo. Leah mantuvo el negocio del engaño en la ciudad de Nueva York. Mientras tanto, Kate se casó con un espiritista y siguió aprovechándose de los incautos en otros lugares.
Cuando Margaret confesó el engaño, casi todo se viene abajo para las Hermanas Fox. No sólo dijo que se trataba de un engaño, sino que reveló al mundo como fabricaron los trucos. Empezaron colgando manzanas de una cuerda, y a partir de ahí su ingenio las llevó a desarrollar métodos cada vez más complejos.
El segundo aire del espiritismo en Estados Unidos.
Pero, el espiritismo estaba lejos de morir y renació gracias a otra broma. Aquella vivienda donde las Hermanas Fox empezaron todo, quedó abandonada y la convirtieron en una casa embrujada. Los niños del vecindario solían hacer desafíos para ver quién era el valiente que entraba. En una de esas incursiones, los pequeños descubrieron el esqueleto del vendedor ambulante con el que las Fox se habían comunicado.
La osamenta estaba entre las paredes de la casa, y aquellos que seguían fascinados con el espiritismo lo vieron como una prueba definitiva sobre la veracidad de la práctica. Después de todo, argumentaban que las Hermanas Fox decían la verdad. Supuestamente, la confesión de Margaret no fue más que una venganza para desacreditar a sus hermanas con las que se enemistó. Y jamás imaginó que aquello sería un golpe mortal para el espiritismo.
La segunda broma.
Tanto creyentes como escépticos mostraron interés por descubrir la verdadera identidad del vendedor ambulante. Durante mucho tiempo, se habló de que sus iniciales eran C.B. Sin embargo, en todas las búsquedas no lograron localizar a una persona en la zona que coincidiera tanto en iniciales como en la época de desaparición.
El último clavo al ataúd del espiritismo lo puso un médico que analizó la osamenta. La mayoría eran huesos de animales, y los huesos humanos los puso en ese lugar un vecino bromista. Cuando este hombre descubrió que las cosas llegaron tan lejos, tuvo vergüenza de confesar públicamente sus acciones.
Cortesia de Marcia la santera de los blogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario