¿Eres quisquilloso al usar un baño público? Quizá detestes saber que en el aire de estos lugares hay partículas suspendidas que son perjudiciales. Al descargar el inodoro, liberamos una gran cantidad de diminutas partículas en aerosoles cargadas con toda clase de bacterias y enfermedades. Al menos es lo que concluyó un estudio de la Florida Atlantic University (FAU).
Desde hace décadas sabemos que el agua estancada, la orina, heces y vómito ocultan toda clase de patógenos. Desafortunadamente, esas son las cosas que a menudo se encuentran en los baños públicos. De hecho, algunos modelos computacionales simples ya sugerían que algo tan banal como lavarse las manos podía dispersar gérmenes a varios metros de distancia.
Pero, este nuevo estudio reveló algo mucho peor. Entre las cosas desagradables que podemos encontrar en la atmósfera de un baño público está el ébola, los Norovirus y la propia Covid-19. Específicamente, el estudio se enfocó en analizar la propagación de partículas en aerosol generadas en las descargas de inodoros públicos.
Registrando el flush.
Para llevar un registro preciso, los investigadores instalaron un contador de partículas a diversas alturas dentro de un baño público. Evidentemente, los niveles de aerosol en el ambiente se registraron antes y después de las pruebas. Durante los experimentos, dichos aerosoles se elevaron hasta 152 cm por encima de los inodoros y 122 cm sobre los mingitorios. Además, flotaban en el aire hasta por 20 segundos.
“Tras más de 100 descargas en un lapso de tres horas, se observó un aumento sustancial en los niveles de aerosol registrados en el ambiente. Y el número total de gotas generadas en cada prueba de descarga variaba hasta por decenas de miles”, señaló Siddhartha Verma, docente de ingeniería mecánica en la FAU.
El análisis científico también registró un incremento del 69.5% de partículas con un tamaño que iba de los 0.3 a 0.5 micrómetros. Mientras tanto, aquellas partículas de entre 0.5 y 1 micrómetro registraron un aumento del 209%. Por si fuera poco, después del lavado registraron un aumento de hasta el 50% en partículas de entre 1 y 3 micrómetros.
Mala ventilación.
La cantidad de aerosoles producidos por la descarga de un inodoro depende de diversos factores. Por ejemplo, el diseño de la taza, la presión del agua y la potencia de la descarga. Los investigadores encontraron que bajar la tapa del baño ayuda, aunque no mucho. Y es que los aerosoles logran escabullirse por las aberturas.
“Tanto inodoros como mingitorio generan grandes cantidades de gotas menores a tres micrómetros, lo que representa un riesgo significativo de contaminación cuando contienen microorganismos infecciosos. A causa de su tamaño tan diminuto, esas gotas pueden mantenerse suspendidas por mucho tiempo”, advierte Verma
En estas épocas de pandemia existe un particular motivo de preocupación. Toda vez que los baños públicos son sitios pequeños, abarrotados de personas y mal ventilados. En conjunto, estos factores y la densa dispersión de aerosoles en el ambiente aumentan los riesgos de transmisión del nuevo coronavirus. En teoría, contagiarse en un baño público es un riesgo real. Según los investigadores, la solución más simple es mejorar la ventilación de estos lugares.
Cortesia del repartidor de Rappi
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