Doce horas antes de que llegara el correo donde Alex Hardy se despedía del mundo, su madre abrió la puerta de la casa y lo que encontró fue a un policía que andaba de un lado a otro. Al mirarla, corrió a informarle que su hijo estaba muerto.
Fue el 24 de febrero del 2017 cuando el joven decidió acabar con su vida luego de haber vivido una pesadilla por años; "sepan que me fui pacíficamente y ahora estoy en un estado de paz que era imposible después de esta mutilación. Morí en 2015, no ahora", escribió.
La negligencia lo llevó a la muerte
A los 23 años, y luego de que le retiraran el prepucio, comenzó a experimentar constantes sensaciones estimuladas por la fricción de la ropa, ya que ahora sus genitales no estaban cubiertos. Dichas sensaciones no disminuyeron en dos años pero la incomodidad aumentaba.
No pudo soportar el dolor de la fimosis
Pero el problema comenzó desde su adolescencia, cuando el prepucio no se retraía sobre el glande y un médico le recomendó una crema esteroide para estirarlo que no funcionó. Fue allí cuando le sugirió la circuncisión; Alex tenía 21 años.
En su correo menciona que si hubiera sido mujer en un país occidental se habría tratado de un asunto ilegal: "El cirujano sería un criminal y esto nunca habría sido considerado como una opción por los doctores".
La fimosis causa dificultad para orinar y dolor durante las relaciones sexuales, sin embargo, la sensibilidad suele ser algo que se adapta o disminuye pero en muy pocos casos los pacientes no dejan de experimentar dolor.