En Francia, Jeanne Pouchain lleva más de tres años intentando demostrar que está viva. La defunción legal de esta mujer es obra de un presunto acto de negligencia. Aparentemente, un juez laboral la declaró muerta a partir de información falsa proporcionada por un ex empleado. Curiosamente, Pouchain sostenía una disputa legal con esta persona desde hacía más de diez años. Tras dictaminar su deceso, el juez también puso fin a esa demanda.
A partir de ese momento la vida de esta mujer se volvió un infierno. El nombre de Jeanne Pouchain quedó eliminado de todos los registros oficiales. Esto significa que la mujer ni siquiera puede llevar su cedula de identidad o tramitar una licencia de conducir. Actualmente, la mujer no cuenta con seguro médico y no puede acceder a su cuenta bancaria.
Legalmente muerta.
“Cuando vi al abogado, me dijo que resolvería el problema de inmediato pues mi médico emitió un testimonio donde señalaba que estaba viva”, comentó Pouchain en una entrevista para Agence France-Presse. “Pero, como se trató de una decisión judicial, el documento no bastó”.
Actualmente, Pouchain vive en Rive-de-Gier, una comuna francesa en el departamento de Loire. Tras la declaración de defunción firmada por el juez perdió la totalidad de sus derechos legales. Desde 2017, la mujer sale de casa con temor de involucrarse en una situación en la que tenga que demostrar que sigue legalmente viva.
La anciana y el abogado argumentan que todo el enredo es culpa de un ex empleado. Pouchain dirigía una empresa de limpieza hasta que, en el año 2000, uno de sus mejores clientes rescindió el contrato y tuvo que hacer un despido masivo. Uno de esos empleados despedidos terminó demandando a la compañía de la francesa.
Cuatro años después, un juez sentenció a la empresa de Pouchain a indemnizar al trabajador despedido con 14 mil euros. Como el dictamen judicial se realizó sobre la empresa y no sobre la dueña, esa indemnización jamás se pagó. En 2009, el empleado volvió a los tribunales, aunque en esta ocasión acusando directamente a Pouchain. Finalmente, el caso terminó archivado.
Triquiñuelas legales.
Para 2016, el ex empleado intentó un nuevo curso de acción legal. Suponiendo que su antigua jefa había muerto, demandó a sus herederos (esposo e hijo) para que cubrieran la indemnización de 14 mil euros. El abogado del demandante justificó la tramposa acción legal diciendo que Pouchaine jamás atendió los primeros dictámenes judiciales para evitar todos los asuntos pertinentes a las acciones.
En ese inter, el tribunal optó por creer en la versión del ex empleado y la declaró muerta. “Es una historia sin pies ni cabeza. Increíble. Jamás creí posible que un juez declarara a una persona muerta sin un certificado de defunción”, señaló el abogado Sylvain Cormier, quien lleva el extraño caso de Pouchain. “El querellante argumentó que la Sra. Pouchain falleció y, sin proporcionar prueba alguna, simplemente le creyeron. Nadie constató la veracidad del hecho”.
Echar atrás la decisión del juez es un proceso muy complicado. Y aunque ha recurrido a varios jueces en los últimos tres años, Pouchain sigue sin recuperar sus derechos como ciudadana francesa. El abogado desconoce el tiempo que tomará a la justicia en Francia devolver a la mujer su vida legal para que pueda acceder a cosas tan vitales como su seguro de salud o la cuenta bancaria. «Los órganos gubernamentales me dicen que no estoy muerta, pero que tampoco estoy viva. Estoy en el proceso», se lamentó Pouchaine.
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