El Hombre Rojo es una de esas entidades paranormales avistadas en diferentes regiones del mundo, como La Llorona o el Hombre Lobo. Se desconoce si se trata de una sola entidad o muchas, pero la referencia más antigua proviene de la Francia del siglo XVI. En aquella ocasión se apareció en el Jardín de las Tullerías, en París, y le apodaron l’homme en rouge. Supuestamente, el ente se manifestó ante personajes ilustres de la historia como Luis XVI y Napoleón Bonaparte.
En cada uno de esos relatos se le describe como un humanoide vestido de escarlata de pies a cabeza. Una mirada tan oscura y penetrante que perturbaba hasta el más valiente. Curiosamente, su aparición se considera un presagio de muerte pues a menudo se manifestaba ante individuos que al poco tiempo pasaban a mejor vida.
En el vasto mundo del folclore y las supersticiones, el color rojo posee una reputación variada. Universalmente vinculado con la pasión y el romance, para algunos atrae la prosperidad. Sin embargo, otros encuentran en el rojo un significado siniestro: sangre, peligro y el propio demonio. Por eso, no es de extrañar que muchas entidades paranormales estén asociadas al color rojo.
Desde duendes con gorras rojas sedientos de sangre, pasando por el Nain Rouge de Detroit y hasta los hombres lobos de ojos rojos. Por supuesto, en esta categoría también entra el Hombre de Rojo. Uno de los aspectos más inquietantes sobre este personaje es que puede invocarse mediante un ritual.
Ritual de invocación del Hombre Rojo .
Se desconoce el origen del ritual de invocación del Hombre Rojo. Sin embargo, muchos creen que es obra de los japoneses. Y es que en el folclor de esta cultura abundan las entidades vinculadas al rojo. Pero, dado el alcance global que parece tener el Hombre Rojo, es imposible afirmarlo con certeza.
Advertencia.
Independientemente de los orígenes, aquellos que practicaron el ritual advierten sobre las consecuencias de llevarlo a cabo. Aseguran que el Hombre Rojo es una entidad extremadamente peligrosa. Pese a esto, la ejecución del ritual es sencilla. Además de una habitación en silencio, las herramientas necesarias son cinco velas, fósforos, un trozo de papel, algo para escribir, dos espejos y un lápiz labial rojo.
Procedimiento.
El ritual de invocación del Hombre Rojo debe hacerse por la noche. Es imperante asegurarse de que todas las puertas y ventanas estén completamente cerradas. Y la invocación sólo funciona cuando se guarda absoluto silencio. Lo primero es dibujar una silueta simple de un hombre en el trozo de papel y recortarla.
En la parte izquierda de la silueta debes escribir tu nombre. Y en la parte derecha se escribe «rubeus«, que significa «rojo» en latín. Posteriormente, con el lápiz labial rojo debes dibujar un par de ojos en uno de los espejos. Al terminar, sitúa un espejo frente al otro a una distancia no mayor a 30 centímetros entre ellos.
A la izquierda siempre debe colocarse el espejo con los ojos. Una vez en posición, deja al hombre de papel entre los dos espejos. El lado donde escribiste tu nombre debe orientarse hacia el espejo izquierdo. El recorte debe estar boca arriba para que las palabras sean visibles en todo momento.
Sin importar lo que pase, jamás mires en ninguno de los espejos mientras dura el ritual. A continuación, toma las cinco velas y rodea al hombre de papel: una vela en la cabeza y las otras en las extremidades. Apaga todas las luces, y sólo entonces puedes empezar con la invocación.
Enciende las velas una por una en el siguiente orden: primero la que está frente a la pierna izquierda del hombre de papel, después la vela de la cabeza, luego la pierna derecha, luego el brazo izquierdo y finalmente la vela del brazo derecho. Cuando todas las velas están encendidas, toma las tijeras y corta la silueta por la mitad empezando por la cintura y terminando en la cabeza.
Asegúrate de que siempre esté dentro del círculo de velas. Ahora aproxima el trozo izquierdo del cuerpo del hombre hacia el espejo izquierdo y el lado derecho hacia el espejo derecho. Es importante que la silueta nunca salga del círculo de velas.
Invocación.
Cierra los ojos y, en voz alta, repite lo siguiente: «por favor, ven. Por favor, ven. No me iré hasta que vengas». Asegúrate de repetir esta frase seis veces para que el ritual funcione. Una vez que termines de recitar la invocación, apaga las velas una por una en el siguiente orden: primero la cabeza, después la pierna izquierda, brazo derecho, brazo izquierdo y finalmente la pierna derecha.
En ese momento el Hombre Rojo ya debería estar presente en la habitación. Debes tener en cuenta que una vez terminado el ritual y desmantelada las herramientas para invocarlo, podría quedarse. Los que han hecho el ritual advierten que esos espejos jamás deben utilizarse otra vez. El hombre de papel y las velas también deben desecharse. Aconsejan enterrar todo lejos de la zona donde vives, de forma que nadie más pueda localizarlo.
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