Rusia ha desplegado un programa de renovación que llevará a sus fuerzas armadas en tierra lo último en tecnología militar. Y una de las innovaciones más llamativas es una armadura capaz de detener disparos de un arma calibre .50. Al menos es lo que ha prometido Rostec, un fabricante ruso de equipo militar.
Sistema de equipamiento Sotnik.
La fuerza terrestre de Rusia planea que, a más tardar en 2025, todas sus tropas contarán con el sistema de equipamiento Sotnik. La nueva generación de equipamiento que reemplazará y eventualmente sustituirá al Ratnik. Este sistema lo abarca todo, desde cosas simples como una linterna, hasta los chalecos antibalas.
Y las mejoras tecnológicas que Sotnik proporcionará a los elementos en tierra son ambiciosas, por decir lo menos:
En la tercera generación de equipamiento personal del soldado encontramos una serie de innovaciones. Tales como botas antiminas, un traje térmico que “invisibiliza” al soldado frente al enemigo y un dispositivo antirradar. Sotnik también implementará un sistema de comando y control automatizado, así como “micro drones”. Esto permitirá que la visera del casco o gafas de seguridad transmitan en tiempo real las imágenes recopiladas por los dispositivos.
Sin embargo, la propuesta más increíble del sistema Sotnik es una armadura a base de metal y plástico que podrá frenar una bala calibre .50: “la armadura de cuarta generación está compuesta por fibra de polietileno ligera y blindaje, diseñado específicamente para soportar el disparo de una Browning M2 calibre .50”.
Blindaje a base de polietileno.
El polietileno no es otra cosa que el plástico común y corriente. El mismo plástico con el que se fabrican las botellas de refresco. De hecho, ya existen armaduras de polietileno que presentan una característica inherente al material: se derriten con el calor. Cuando reciben el impacto de una bala caliente, el plástico se funde. El material derretido termina adhiriéndose a la bala y ralentizándola. Con suficiente plástico en el camino, el proyectil se frena por completo.
La armadura desarrollada por los rusos tendría una mayor densidad, aunque los medios estatales del país la han promocionado como una armadura corporal más ligera que su contraparte estadounidense o israelí. También afirman que ofrece un mayor rango de protección.
La pregunta aquí es: ¿podría una armadura o blindaje de polietileno frenar un proyectil calibre .50? Sí, siempre y cuando exista suficiente polietileno y metal. En lo que otros han fallado, es en hacer que una armadura de esa capacidad sea lo suficientemente ligera y cómoda como para que la use un soldado en el campo de batalla.
Por ejemplo, el chaleco modular del ejército de los EE.UU. puede soportar múltiples impactos de proyectiles 7,62 mm pero tiene un peso de 10.2 kilogramos. Una placa de acero AR500 con un espesor de 32 milímetros detendría el impacto de una bala calibre .50, aunque el acero es muy pesado.
La intrigante armadura rusa.
No existe una estimación precisa de la cantidad de plástico necesaria para detener una bala calibre .50. Pero, una armadura de polietileno diseñada para frenar disparos con esas características debe ser muy incómoda, aunque el diseño del material se más eficiente para detener las balas.
Cabe la posibilidad de que los rusos estén empleando titanio en lugar de acero. Este metal es más ligero y resistente que el acero. Además, la Unión Soviética diseñó chalecos antibalas con titanio durante la Guerra Fría. Suponiendo que la ingeniería rusa haya logrado la hazaña de detener un disparo de calibre .50 en una armadura ligera y compacta, todavía queda el tema del impacto.
Ser embestido por un proyectil que descarga 11,070 libras-pie de energía sobre el cuerpo debe ser el equivalente a recibir una cachetada de Zeus. Probablemente es una de las cosas más desagradables que puede experimentar un ser humano.
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