Christa Pike es un claro ejemplo de una mente joven perturbada. La adolescencia es un momento complicado para todos, pero la de Pike resultó muy diferente. A los 18 años de edad perpetró uno de los asesinatos más brutales en la historia de Estados Unidos. Un crimen que la convirtió en la mujer más joven sentenciada a muerte en ese país.
Christa Pike asesinó a Colleen Slemmer, una compañera de clases, por nada más que celos. En esa época ambas cursaban la preparatoria y la joven asesina intentó disuadir a la justicia con argumentos extraños. Al principio, Pike intentó justificar el homicidio con temas escabrosos como la adoración a Satanás, adicciones, pobreza y problemas familiares.
La mujer más joven condenada a muerte.
Su nombre completo es Christa Gail Pike, y nació en marzo de 1976 en Virginia Occidental. El ambiente familiar de Pike resultó difícil: su padre siempre estaba ausente y su madre dedicaba más tiempo a las fiestas que al cuidado de su hija. De hecho, la crianza de la niña corrió a cargo del abuelo, que murió cuando Pike tenía 12 años.
La muerte del abuelo perturbó profundamente el mundo de la joven. Una vez que lo sepultaron, tuvo que regresar a vivir con su madre. En esos primeros días de convivencia la mujer la enseñó a fumar marihuana. Desorientada a causa del sentimiento de abandono, Pike dejó los estudios.
Al poco tiempo, la policía la atrapó por robo y se le condenó a un mes de detención en una prisión para menores. Apenas recuperó su libertad, Christa Pike se inscribió en Job Corps, una organización que ofrece cursos técnicos para estudiantes. En este sitio conoció a su primer gran amor: Tadaryl Shipp. La tormentosa relación se convirtió en una vorágine de eventos catastróficos que culminaron con el asesinato de una joven inocente.
El asesinato de Colleen Slemmer.
Shipp y Pike hicieron química rápidamente pues sufrieron experiencias similares. Como hijo de una madre soltera, Shipp abandonó los estudios cuando cursaba el noveno grado. A partir de allí forjó una carrera criminal involucrándose con las pandillas. Shipp se inscribió a las clases de cocina de Job Corps únicamente para satisfacer las exigencias de su madre.
Las personas que conocieron a Shipp y Pike dieron fe de que el amor entre ambos se desarrolló rápidamente. En esa época, ambos practicaban rituales satánicos y tenían un profundo interés por otras artes ocultas. El peculiar estilo de vida de la pareja los llevó a entablar amistad con otros individuos de la institución, incluyendo a Colleen Slemmer y Shadolla Peterson.
Meses después, Pike empezó a quejarse de que Slemmer intentaba seducir a su novio. Supuestamente, esta sería la justificación para sacrificar a Slemmer y ofrecer su cuerpo como ofrenda a rey del Inframundo. Pike, Shipp y Peterson llevaron a Slemmer a una zona aislada del bosque el 12 de enero de 1995. La engañaron prometiéndole que acamparían toda la noche y consumirían marihuana. Mientras Peterson vigilaba, Pike y Shipp atacaron brutalmente en aquel lugar desolado a la inocente joven.
El polémico juicio contra Christa Pike.
La policía localizó el cadáver de Colleen Slemmer días después. Y ni siquiera hizo falta una investigación para localizar a los asesinos. Christa Pike se paseaba por Job Corps jactándose del crimen frente a sus compañeros. De hecho, algunos relatos mencionan que llegó a presumir un trozo de cráneo de Slemmer.
Durante el interrogatorio policial, Pike confesó el crimen de inmediato. Tres días después, la policía atrapó a Tadaryl Shipp y Shadolla Peterson. Durante el polémico juicio, la defensa de Pike argumentó que la joven padecía un trastorno psiquiátrico. El médico Eric Engum, testigo de la defensa, confirmó que Christa sufría un grave trastorno de la personalidad y dependencia química. Sin embargo, mencionó que no debían considerarla demente.
En el juicio también testificó William Bernet, un experto en temas de satanismo. Este hombre mencionó que, aunque había ciertos elementos «satánicos» involucrados en el asesinato, el acto parecía más una agresión física directa que un «sacrificio a Satanás».
Al final, el jurado encontró a todos los involucrados culpables. Tadaryl Shipp recibió cadena perpetua, con posibilidad a libertad condicional una vez que cumpliera los 25 años en prisión. Shadolla Peterson cumplió su pena en libertad condicional y a Christa Pike se le condenó a la pena capital.
La fecha programada de ejecución era el 27 de agosto de 2020, pero se pospuso y la mujer sigue con vida.
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