La noche del 13 de febrero de 1692 fue particularmente brutal para los habitantes de las Tierras Altas de Escocia, una región poco habitada situada al norte del país. En esa fecha tuvo lugar un episodio que pasó a la historia como la Masacre de Glencoe. Y, por primera vez, arqueólogos exploran asentamientos donde 38 hombres murieron. Glencoe es un capítulo tan sangriento en la historia del Reino Unido que inspiró la infame Boda Roja en Game of Thrones.
Una masacre en Escocia.
Hasta esa fecha, clanes de distintas familias gobernaban las Tierras Altas de Escocia. Antes del episodio, se produjo una división entre estos grupos a causa de un conflicto protagonizado por Jacobo II de Inglaterra, muy al sur de la región. Resulta que Inglaterra, de mayoría protestante, tenía como gobernante a un rey católico.
La hija de Jacobo II, María Estuardo, y su esposo, Guillermo III, eran protestantes y se habían convertido en favoritos al trono. En 1688, Jacobo II fue depuesto durante la Revolución Gloriosa y la pareja se auto-coronó. Sin embargo, el conflicto estaba lejos de culminar.
En sus intentos por volver a la Corona, Jacobo buscó apoyo en Irlanda y Escocia. Simultáneamente, Guillermo exigía a los clanes que manifestaran de forma clara su apoyo al nuevo reinado. Muchas veces, esto implicaba que los clanes se hicieran cargo de los individuos que seguían apoyando a Jacobo.
MacDonald vs Campbell.
El clan MacDonald de las Tierras Altas de Escocia fue una de las familias que demoró en expresar el respaldo al rey Guillermo, pasándose por el arco del triunfo la presión directa del poder en la nueva Corona. Alistair McIain, jefe de los MacDonald, firmó el juramento seis días después del plazo estipulado por Guillermo. El rey no permitiría una falta de respeto tan grave por lo que encomendó a los Campbell, uno de los clanes ya alineados, hacerse cargo de los traidores.
Sin embargo, la venganza debía realizarse con cautela y en secreto. Guillermo III tuvo el descaro de tranquilizar al clan MacDonald, asegurando a McIain que su retraso en la firma del juramento no perjudicaría de forma alguna a su clan. Hasta este punto de la historia, la trama es muy parecida a lo que sucedió en la Boda Roja.
Como ya debes suponer, los clanes MacDonald y Campbell acordaron una reunión en términos supuestamente pacíficos. Sin embargo, en este punto los lados se invierten pues en la Masacre de Glencoe los asesinos fueron los huéspedes y las víctimas los pobres anfitriones.
Venganza terrible.
Los Campbell se dirigieron a los dominios del clan MacDonald para solicitarles que proporcionaran refugio temporal en sus asentamientos de Glencoe a un centenar de soldados. Alistair McIain no sospechaba de una posible traición, y creyendo que asistía a sus aliados recibió a estos hombres con las puertas abiertas pues así lo mandaba la tradición. Esta farsa se extendió durante quince días, tiempo en el que los clanes convivieron en un ambiente de casi fraternidad. Pero todo cambió la noche del 13 de febrero.
Los huéspedes revelaron sus verdaderas intenciones. Los hombres del clan MacDonald terminaron abatidos en sus propias camas, mientras mujeres y niños huían a las colinas próximas para escapar de la muerte. Irónicamente, varios terminaron pereciendo ante la hipotermia.
Al amanecer, el número de muertos alcanzó los 38. El autor intelectual de esta masacre fue el rey Guillermo que, sin compasión alguna, ordenó aniquilar a los «canallas» de una sola vez. Su justificación fue el bien y seguridad del reino. Aquella carnicería se hizo famosa por arruinar permanentemente la cultura de hospitalidad que prevalecía entre los aliados. Desde la antigüedad, los viajeros gozaban de un derecho casi sagrado a solicitar refugio, y los anfitriones tenían el deber moral de concederlo, un acuerdo implícito en el que ambas partes se debían tratar con dignidad y respeto.
La exploración arqueológica.
La National Trust for Scotland (NTS) es la organización que promueve las excavaciones en la zona. De acuerdo con el equipo que realiza la investigación, aunque la Masacre de Glencoe es muy conocida, pocos saben el lugar donde tuvo lugar. La región de los asentamientos vinculada a la masacre quedó olvidada durante todo el siglo XVIII.
Por suerte, gracias al hallazgo de un mapa de la época, los arqueólogos de la NTS lograron delimitar la zona donde se ubicaban las siete villas de los MacDonald. Mejor aún: tres de estos asentamientos ya estaban en tierras protegidas por el gobierno: Achnacon, Achtriochtan e Inverigan.
Actualmente, los esfuerzos están concentrados en el asentamiento de Achtriochtan que la época de la masacre albergaba entre 40 y 50 personas, así como cultivos y ganado. Eventualmente, los arqueólogos pretenden hacer una réplica a escala del asentamiento y llevarla a un museo o algún otro lugar más accesible para el turismo. “Esto posibilitará a los visitantes experimentar de primera mano el ambiente en uno de los asentamientos perdidos por la masacre”, dice el director de arqueología de la NTS, Derek Alexander.