Aproximadamente el 1% de la población original de koalas subsiste en la naturaleza. Una situación tan seria que la Australian Koala Foundation (AKF) emitió un comunicado solicitando la intervención de las autoridades australianas. Este mamífero, uno de los símbolos nacionales de Australia, ha existido desde hace 45 millones de años.
¿Qué significa estar “funcionalmente extinto”?
La extinción funcional de una especie no es igual a la extinción de la misma, pero esto no quiere decir que sea menos preocupante. Aunque todavía es posible encontrar especímenes en la naturaleza, una especie se declara funcionalmente extinta por dos factores: la especie ya no tiene viabilidad y tampoco produce un impacto significativo en su ecosistema.
Reproducción en caída libre.
¿Qué significa esto? El primer factor tiene que ver con la reproducción. En la actualidad el número de koalas es limitado, por lo que el número de descendientes también será escaso. De hecho, si mantienen los índices actuales es muy probable que la población se haga demasiado pequeña. En cuestión de décadas, tendríamos tan pocos koalas en edad reproductiva que una próxima generación sería totalmente inviable, hecho que marcaría el fin de los koalas en estado salvaje.
El segundo factor es un fenómeno más complejo que ya sucede en la actualidad. Cada una de las especies que habita este planeta tiene una interacción con su ecosistema. Por ejemplo, cuando una población aumenta también lo hacen sus necesidades alimenticias y empieza a extraer más recursos del entorno, por lo que el ecosistema debe adaptarse. Es un tira y afloja entre la especie y su entorno que los hace evolucionar juntos.
Koala-eucalipto.
Como debes saber, los koalas tienen una relación tan íntima con el eucalipto que se alimentan casi exclusivamente de las hojas que produce este árbol. La dieta de los koalas se especializó tanto que cualquier otra especie es incapaz de consumirla. Las hojas del eucalipto poseen altos niveles de toxicidad, y solamente el hígado de los koalas es capaz de procesar dichas sustancias.
Resulta que la relación koala-eucalipto siempre estuvo muy bien conectada. Cuando los koalas cambiaban, también lo hacían los eucaliptos, y viceversa. Es aquí donde radica el problema: en nuestros días los koalas se volvieron incapaces de producir alteraciones a su ambiente. Los árboles de eucalipto terminaron adaptándose a la vida sin el “consumidor”, es decir, las alteraciones en las poblaciones de estos animales ya no producen efecto alguno sobre su hábitat y la fuente de alimentación.
Es algo lamentable pues, en la práctica, los koalas viven en su nicho ecológico como una especie extinta. Otra forma de decirlo es que el ecosistema ya está preparado para la desaparición total de la especie.
Koalas sentenciados a la extinción.
“La AKF estima que en Australia quedan alrededor de 80 mil koalas. Hablamos del 1% de los 8 millones de koalas fusilados y enviados a Londres entre 1890 y 1927”, acusa en un comunicado la presidenta de la organización, Deborah Tabart. En el mismo documento, Tabart exigió el apoyo a los líderes de los principales partidos políticos de Australia mediante la promoción de acciones que permitan salvar al emblemático animal.
De hecho, no es la primera vez que la especie se ubica al borde del abismo. En los albores del siglo XX, los koalas se extinguieron en el sur de Australia. Fue en ese entonces que el comercio de pieles se mudó al norte del país, a Queensland, donde actualmente habitan los 80 mil individuos de la especie.
La AKF ha venido vigilando más de una centena de sitios protegidos donde la especie solía vivir. Según los últimos reportes, en casi el 30% de estos lugares los koalas “simplemente dejaron de existir”. La aniquilación de la especie suele atribuirse al desmantelamiento de su hábitat, la caza furtiva y los efectos del cambio climático (al altas temperaturas en la zona han desatado olas de calor que terminan matando a miles de koalas por deshidratación). Quizá en unas pocas décadas sólo podamos conocer a los koalas en fotografías.