Estados Unidos se conoce por la peculiaridad de algunas ciudades, desde atracciones que rompen marcas mundiales y atraen miles de turistas hasta ciudades fantasmas donde es imposible vivir. Por ejemplo, en Illinois puedes encontrar la botella de salsa cátsup más grande del planeta, y si viajas a Kansas podrás tener una foto con el ovillo más inmenso de la historia.
1 – La cueva de la bruja.
En el siglo XIX, la leyenda en torno a La cueva de la bruja (Bell Witch) decía que el lugar estaba embrujado y habitado por el espíritu de una bruja malvada. Según los rumores, el nombre real de la Bruja de Bell era Kate Bates, una mujer cuya familia se vio involucrada en un conflicto de tierras con sus vecinos, los Bell. Cuando Kate supo que los Bell le habían tendido una trampa para apoderarse de su propiedad, prometió que los embrujaría.
Los rumores sobre las habilidades sobrenaturales de Kate parecían confirmarse después que una hija de los Bell empezó a manifestar señales de posesión demoníaca y comportamiento agresivo. Durante más de doscientos años, los locales han asegurado que al aproximarse a La cueva de la bruja son invadidos por un sentimiento de aprensión.
El desafío más grande de esta atracción turística es repetir el nombre real de la bruja tres veces frente a un espejo.
2 – La capital del equipaje perdido.
Scottsboro, en el estado de Alabama, es el popular destino del equipaje que extravían las personas durante los vuelos. Sucede que, muchas veces, los pasajeros no reclaman el equipaje perdido o las aerolíneas no logran ubicar a los propietarios de las maletas, por lo que toda clase de objetos termina en el “Unclaimed Baggage Center”.
En el centro de Scottsboro todavía es posible adquirir alguno de estos artículos perdidos en la tienda antes mencionada. Entre las cosas que terminaron vendiéndose aquí se incluyen piezas arqueológicas antiguas, documentos secretos e incluso un anillo de diamantes de 5.8 quilates.
3 – La ciudad de las losas.
A casi 240 kilómetros al noreste de San Diego, en California, se encuentra Slab City, una ciudad cuyos habitantes son llamados “Slabbers”, como una referencia a las construcciones de concreto (“Slab” es losa en español) que quedaron en el área una vez que el ejército estadounidense cesó operaciones aquí, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Es un punto conocido por su estilo de vida anárquico y carente de leyes, donde algunos migrantes de las regiones al norte del país, llamados snowbirds, acuden a pasar el inverno, dado que la zona es muy cálida. La comunidad de slabbers está conformada por personas en condiciones de pobreza, principalmente vagabundos, hippies, drogadictos, aventureros y uno que otro curioso que pueden llegar a sumar cuatro mil habitantes en las épocas de mayor actividad. Se le conoce como el “último lugar libre de Estados Unidos” pues no está bajo la jurisdicción de ningún departamento policial y no está controlado. Aquí no hay energía eléctrica, drenaje, agua potable o recolección de basura.
En este enclave de la anarquía estadounidense es frecuente observar escenas de caos absoluto, con tiendas de campaña o casas rodantes siendo incineradas e incluso duelos y tiroteos.
4 – La encrucijada del diablo.
Robert Johnson, una de las figuras más importantes en la historia del blues, tiene su propia leyenda al estilo de Niccolò Paganini. La historia dice que cuando el Rey del Blues del Delta todavía era muy joven, vendió su alma al demonio a cambio de un talento inaudito para la música.
Cuentan que el joven Johnson soñaba con convertirse en una leyenda del blues, cuando unas extrañas voces le dijeron que tomara una guitarra a la media noche y esperara en cierto punto de la ciudad. Entonces, un extraño sujeto se apareció para intercambiar la guitarra, y desde entonces Johnson manipuló el instrumento con una maestría impresionante.
Esto habría ocurrido en la ciudad de Clarksdale, en Mississippi. De hecho, el cruce donde supuestamente Robert Johnson intercambió la guitarra con el diablo se conoce como Crossroads, pues allí convergen las autopistas 69 y 41 de los Estados Unidos.
A decir verdad, Mississippi vio nacer a grandes estrellas del blues como Muddy Waters, BB King y John Lee Hooker. Pero, la leyenda todavía resulta efectiva cuando se trata de atraer turistas a la ciudad.
5 – La ciudad que vive en un edificio.
Whittier, en Alaska, tiene una población de 218 habitantes y la mayoría viven en una misma construcción. Se trata de Begich Towers, un complejo de apartamentos de 14 pisos que funciona como una diminuta ciudad con delegación de policía, iglesia, servicio postal e incluso tiendas.
En la década de 1950, la construcción se edificó para funcionar como cuartel del ejército pero, en 1969 terminó convertido en un complejo residencial. Whittier es una localidad situada entre una cordillera y el Golfo de Alaska, por lo que sólo es posible llegar en una embarcación.
6 – La ciudad del fuego eterno.
La ciudad de Centralia, en Pensilvania, ha estado incendiándose desde hace casi seis décadas, cuando se desató un incendio en una mina de carbón bajo el pequeño poblado. Se ha convertido en una ciudad fantasma debido al peligro de muerte que representa vivir por aquí, donde las grietas en el suelo, el humo tóxico y las explosiones son algo de todos los días.
Para el año 2010, los habitantes de Centralia podían contarse con los dedos de las manos. Las estimaciones sugieren que el subsuelo seguirá quemándose al menos durante un cuarto de siglo más