Los humanos han librado guerras prácticamente desde el comienzo de su existencia, como si se tratara de un comportamiento natural. Independientemente del dolor y la muerte que acarrean estos conflictos, es innegable que la guerra también ha traído avances en materia tecnológica. Sobre todo para la industria militar. En la actualidad, las potencias mundiales invierten una buena parte de su capital en los ejércitos, sobre todo en el desarrollo de armas impresionantes y aterradoras.
Hoy, te presentamos algunos de los desarrollos armamentistas más novedosos, aterradores y extraños alrededor del mundo. Olvídate de la guerra convencional, el futuro es hoy, ¿oíste viejo?
1 – La guerra en el espacio.
Hace algunos meses, el gobierno encabezado por Donald Trump anunció una nueva vertiente de las fuerzas armadas estadounidenses: la Fuerza Espacial. Aunque la guerra en el espacio no es nada nuevo. De hecho, los ejércitos más poderosos del mundo ya cuentan con tecnología para destruir satélites enemigos. Esta tecnología va desde misiles, que países como Rusia y China ya han probado y esperan dejar operativos en el futuro, hasta un dispositivo terrestre llamado Tactical High Energy Lasers (THEL), desarrollado de forma conjunta por Estados Unidos e Israel.
El dispositivo THEL es un láser a base de fluoruro de deuterio capaz de perturbar el funcionamiento normal de un satélite de forma temporal. Hay rumores de que también Rusia y China desarrollan tecnología similar. Sin embargo, la parte más aterradora cuando se habla de una guerra satelital no viene de la tecnología de punta, al contrario. El “efecto Kessler” preocupa a los científicos desde hace varias décadas pues establece que, eventualmente, toda la basura espacial acumulada en la órbita baja del planeta terminará convirtiéndose en un gran problema.
Todos esos fragmentos que orbitan la Tierra podrían alcanzar rápidamente masa crítica si un simple misil balístico, disparado por cualquier país, genera una reacción en cadena.
2 – Cerebro asesino.
Aunque resulte un poco difícil de asimilar, controlar una aeronave fuertemente armada o un vehículo terrestre blindado sólo con la mente ya no es cosa del futuro. En la actualidad, existe tecnología que permite controlar drones con la mente, y no falta mucho para que, exclusivamente con el pensamiento, los soldados operen toda clase de máquinas de combate. Algunos han empezado a especular que, en el futuro, el entrenamiento de los pilotos podría incluir cirugías cerebrales como parte de las condiciones para el trabajo.
En China, los militares ya tienen capacidad para controlar robots telepáticamente, tal y como puedes constatar en la siguiente prueba.
Es por esto que los expertos han empezado a preocuparse de las implicaciones legales y éticas que tendrá el transformar al cerebro humano en un arma letal. En un artículo publicado en 2012, ya se expresaban las preocupaciones sobre la aplicación de la neurociencia con fines militares y de seguridad pública al transformar soldados y policías en súper agentes, con sus cerebros vinculados directamente a los sistemas de defensa y transformándolos en una especie de “autómatas combativos carentes de moral”.
La afinación cognitiva a través de la estimulación eléctrica del cerebro también es otra tecnología de interés para la milicia. Según algunos reportajes, esta clase de tecnología ya empezó a ser aprovechada por el ejército de los Estados Unidos.
En un párrafo del artículo puede leerse:
“Científicos militares estadounidenses emplean estimuladores cerebrales eléctricos para mejorar las habilidades mentales de los soldados. Se trata de investigaciones que tienen por objetivo impulsar el desempeño de las tripulaciones aéreas, operadores de drones y aquellos cargos en las fuerzas armadas que requieren mayor exigencia. Las pruebas exitosas de estos dispositivos abren la posibilidad a que los militares sean conectados en episodios críticos durante las misiones, de forma que los pulsos eléctricos transmitidos a su cerebro mejoren el rendimiento bajo estrés”.
Aunque existe cierta preocupación por el uso que podría llegar a darle los gobiernos del mundo a esta tecnología, no cabe duda que podría significar un gran avance en nuestra especie.
3 – Balas dirigidas.
En el campo de batalla no hay nada más aterrador que una bala cuya trayectoria pueda ser controlada, y desafortunadamente ya es una realidad. La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés), ha desarrollado durante varios años el programa EXACTO, cuyo fin es la creación de balas inteligentes. De acuerdo con la información disponible, el sistema hace posible que la bala “supere las variables ambientales, como la densidad del aire y los vientos cruzados, procese objetivos móviles o fijos y, al mismo tiempo, mejore el rendimiento del tirador”.
Otra corporación que desarrolla sus propias balas inteligentes es la Marina de los Estados Unidos, principalmente para acompañar a sus elementos en tierra, y esta clase de municiones debería entrar en operación este año. El sistema MAD-FIRES fue diseñado para ofrecer protección ante múltiples amenazas de forma simultánea y, en esencia, son balas de calibre medio cuya velocidad, capacidad de fuego y carga se combinan con la orientación y precisión de los misiles.
4 – ¿Soldados o Stormtroopers?
En “El arte de la guerra”, Sun Tzu menciona que la mitad de la batalla es aparentar superioridad ante el enemigo, y muchos ejércitos en la actualidad se toman esta recomendación al pie de la letra. Por ejemplo, los elementos de las fuerzas especiales de Taiwán portan, desde 2013, una armadura como la anterior, que es parte de una misión de la ONU para proporcionarles protección contra los ataques.
Aunque las máscaras taiwanesas también fueron diseñadas para desviar proyectiles, en términos tecnológicos no tienen punto de comparación con la armadura de combate que desarrolló el ejército ruso, dispositivos que probablemente ingresen al campo de batalla en los próximos años.
El diseño del exoesqueleto motorizado parece sacado directamente de las últimas películas de la saga de Star Wars, de la misma forma que el modelo TALOS, creado por los estadounidenses.
5 – Armas electromagnéticas.
Los dispositivos militares electromagnéticos podrían lograr que las guerras del futuro se parezcan a las películas de ciencia ficción de nuestra época. Las armas electromagnéticas ya están en desarrollo e inevitablemente vendrán a revolucionar las batallas futuras. Por ejemplo, los chinos desarrollan cañones electromagnéticos para sus buques de guerra, dispositivos que transportan proyectiles en el aire mediante campos electromagnéticos.
Estados Unidos también ha incursionado en la tecnología de las armas electromagnéticas. Según las declaraciones del almirante John Richardson, jefe de operaciones navales de la Marina estadounidense, desarrollan un arma electromagnética que tiene como objetivo realizar disparos a 160 kilómetros de distancia.
Por su parte, los rusos ya cuentan con un cañón electromagnético capaz de penetrar cualquier obstáculo, con un poder tan enorme que es capaz de disparar proyectiles a 3 km por segundo, lo suficientemente veloz como para romper cualquier blindaje disponible en la actualidad.