REAL-f Co. es una empresa creada por Osamu Kitagawa, un empresario japonés que tuvo la idea tras laborar varios años de su vida en un fabricante de impresoras. A Kitagawa le tomaría aproximadamente dos años encontrar una forma de procesar los detalles tridimensionales de un rostro humano tomando como base fotografías de alta resolución.
La empresa, fundada en el año 2011, tiene sede en la localidad de Ōtsu, la capital de la Prefectura de Shiga. REAL-f Co. cuenta con apenas cinco empleados de base, pero ha llamado la atención de algunos países extranjeros, entre los que se incluye la distante Arabia Saudita.
Rostros sobre pedido.
Kitagawa menciona que recibe un promedio de 100 pedidos al año y su cartera de clientes está constituida, principalmente, por empresas nacionales de la industria automotriz, tecnología, seguridad y entretenimiento. Sin embargo, reveló que hace poco hizo algunos trabajos para organizaciones vinculadas al gobierno saudí, supuestamente para fabricar máscaras destinadas a los príncipes y al rey.
“Me comentaron que las máscaras serían exhibidas en sitios públicos”, menciona Kitagawa. Otro cliente había sido un fabricante de automóviles japonés, que encomendó la creación de una máscara para mejorar su tecnología de reconocimiento facial con el objetivo de determinar si un conductor se había quedado dormido al volante.
“Me siento orgulloso de que mis productos ayuden a desarrollar la tecnología de reconocimiento facial”, cuenta Kitagawa. El hombre de 60 años hace énfasis en que tiene especial cuidado de sus colaboraciones con los clientes para prevenir, en la medida de lo posible, que sus obras sean empleadas en actividades ilegales.
Sorprendentemente realistas.
Cada máscara tiene un precio promedio de US$ 2,700. Y desde que se hace el pedido hasta que se entrega la máscara al cliente, transcurren entre 3 y 5 semanas. Los empleados de Kitagawa procuran hacer una representación fiel del rostro de un individuo, incluyendo las arrugas más pequeñas y la textura de la piel.
Kitagawa dice que la tecnología empleada es un secreto comercial. Cada detalle se graba sobre el yeso utilizando un cincel, y posteriormente una resina plástica se estira sobre la base. Estas máscaras denominadas “Real Face” se hacen utilizando resina plástica con un grosor de entre 1 y 2 milímetros.
A pesar de que emplean resina plástica, los detalles en las máscaras resultan sorprendentemente realistas. Sin embargo, Kitagawa dice que en el futuro pretende realizar sus máscaras con materiales más suaves, como sílice.
“Me gustaría que las máscaras se utilizaran con fines médicos, lo que sería posible si estuvieran construidas con materiales más suaves. Y como los robots humanoides están evolucionando, tengo la esperanza de que ayuden a los desarrolladores a crear robots más realistas a bajo costo”, finaliza.