viernes, 28 de diciembre de 2018

cosas espeluznantes dichas por niños

Una característica peculiar de los niños tiene que ver con las cosas tan extrañas que pueden llegar a decir. Conocen tan poco el mundo y su curiosidad está tan viva que no ven inconveniente en preguntarte por el grano gigantesco que adorna tu nariz o los motivos de que tu cara esté tan demacrada tras una noche de copas. Sus abordajes siempre resultan contundentes y no tienen la más mínima intención de disculparse por ello.
figura extraña en el bosque

Sin embargo, hay ocasiones en que esa actitud de los niños resulta aterradora. No hay nada más espeluznante que una información inquietante pronunciada por un pequeño con total sinceridad. Hablamos precisamente de esos momentos en los que, sin previo aviso, los niños sueltan algo sorprendentemente aterrador. Como las siguientes historias, relatadas por padres o familiares cercanos.
No solo es el aspecto inesperado o el contenido aterrador de la frase, incomoda todavía más el hecho de que hacen reconsiderar tu seguridad sobre la naturaleza imaginaria de los fantasmas. ¿Qué clase de cosas espeluznantes saben estos pequeños que nosotros no? ¿Tienen la capacidad de ver algo que escapa a nuestros ojos? ¿Realmente llegan a comprender sus afirmaciones?
Tras leer esta compilación de cosas espeluznantes dichas por niños, tal vez termines de comprender por que siempre buscan dormir con la luz encendida o acompañados.

¿Por qué ese hombre tiene un cuchillo?

asesino en las sombras
Cuando mi hijo tenía 4 o 5 años, cierta ocasión estábamos en el baño para que cepillara sus dientes cuando tiró la pasta dental y me agaché a recogerla. Cuando me levanté y volví a verlo a los ojos, me observaba fijamente y dijo: “¿papá, por qué ese hombre tiene un cuchillo?”, y apuntó con el dedo atrás de mí. Fue la vuelta más rápida que di en mi vida.

Mañana verás a la abuela.

esculutra rostro y sombras
Mi abuela murió de cáncer en febrero de 2012. Toda la familia se reunió en casa del abuelo para reconfortarlo en el duelo. Una noche antes de que iniciara el periodo de oración, mi primo de cuatro años le dijo a nuestro afligido abuelo, “Buenas noches abuelo. No estés triste, mañana verás a la abuela”. Todos escuchamos y asumimos que se refería al momento de oración, pero la mañana siguiente encontramos al abuelo sin vida.

A donde los bebés muertos van.

sotano en ruinas
Un buen amigo y su esposa adquirieron una casa relativamente antigua. Casualmente, el día que los visité hacían renovaciones en el sótano. En cierto momento me quedé solo en aquel lugar con su hijo, un pequeño que acababa de cumplir los 2 años, todavía incapaz de estructurar oraciones completas. Me tomó de la mano y me llevó hasta una pared de ladrillos que tenía incrustada una puerta de metal bastante oxidada. La miró y dijo, “ahí es a donde van los bebés muertos”.
Fue espeluznante. En primer lugar porque, como dije antes, el pequeño apenas podía hablar, así que resultaba impensable que pudiera decir algo como aquello. Dudo mucho siquiera que haya conocido el significado de la palabra “muertos”. Creo que nadie pudo haberle enseñado una frase como esa, y tampoco tenía hermanos mayores que pudieran haber enseñado una broma así. Incluso hoy, después de tanto tiempo, me sigue perturbando.

El niño en el armario.

muñeca aterradora
Cuando mi hija tenía 4 o 5 años, habitábamos una casa que habían convertido en cuatro departamentos independientes. A nosotros nos tocó alquilar la parte baja. Debido a la configuración de la casa, quedó una pequeña área empotrada bajo las escaleras que servía como un pequeño almacén o armario para la habitación. Cierta noche, mientras hacía los últimos preparativos para ir a la cama, pude escucharla hablando con alguien en su cuarto. Asomé la cabeza por la puerta y le pregunté si me estaba llamando. “No. Hablaba con el niño que vive en mi armario… está muerto”, me respondió. Una ola de escalofríos me recorrió la espalda al instante.

¿Mamá, quién es él?

acosador con capucha
Mi hija y yo teníamos la costumbre de despertar por las mañanas y quedarnos acostadas un buen rato antes de finalmente levantarnos de la cama. Yo me encontraba recostada de espaldas a la puerta. Ella estaba recostada viéndome de frente y platicando. De repente, hizo una pausa y preguntó “¿mamá, quién es él?” Y señaló a mis espaldas. No sabía si voltear o simplemente dejar que el sujeto que estaba a punto de asesinarme lo hiciera. Cuando volteé no encontré a nadie allí. Fue el momento más aterrador de mi existencia.

Ahora está atrás de ti.

monstruo bajo la cama
– “Vuelve a la cama, no hay nadie bajo tu cama”.
– “Ahora está atrás de ti”.
Todavía no logro superarlo y el simple hecho de recordarlo me estremece.

Satanás en el patio de juegos.

el patio de juegos
El hijo de mi mejor amigo, de 5 años, le dijo: “encontré a Satanás mientras excavaba en el patio de juegos. Ahora vive dentro de mí”.
El pequeño viene de una familia cristiana. Algo así no pertenece a la cordura.

¿Cómo saliste de la caja?

miedos nocturnos
Me quedé completamente dormido mientras leía un cuento a mi sobrina de tres años. Después, desperté alrededor de las 2 a.m. y me levanté. Estaba parcialmente oscuro y silencioso. Había una lámpara de noche que le daba un extraño efecto Rembrandt al rostro de mi sobrina. Me miraba con los ojos completamente abiertos y susurró “¿cómo saliste de la caja?”.

El hombre con la serpiente en el cuello.

hombre serpiente en el cuello
Mientras vestía a mi hija frente a la puerta abierta de un armario, ella no dejaba de reírse y ver alrededor. Le pregunté que le resultaba tan divertido. “El hombre”, respondió. “¿Qué hombre?”, le dije. Entonces, apuntó con el dedo al armario y dijo: “el hombre con la serpiente en el cuello”. Me doy vuelta y no había absolutamente nada allí. Temo que al investigar la historia de esta casa encuentre que alguien se ahorcó en el armario. Al menos mi hija no parecía asustada.