La cultura popular, la televisión e incluso la propia intuición nos han hecho creer que cuando se habla de felinos letales y sanguinarios la principal referencia puede encontrarse en los grandes ejemplares del género, como leones o leopardos. Y es verdad, pues estos animales son capaces de hacer pedazos a un ser humano sin la mayor dificultad. Sin embargo, en el mundo no existe un felino más eficiente a la hora de cazar que el gato patinegro (Felis nigripes), un adorable animal con dimensiones más o menos parecidas a las de los gatos domésticos, esos pillos que no te dejan dormir por las noches mientras llevan a cabo sus particulares rituales de apareamiento sobre los tejados.
Clasificado como un animal en peligro de extinción, el gato patinegro es un animal muy tímido cuyo hábitat se distribuye en las regiones áridas de África del Sur gracias a su capacidad de soportar altas temperaturas. En promedio, el Felis nigripes puede llegar a pesar entre 1 y 3 kg, alcanzar los 20 cm de altura y de 33 a 52 cm de largo en su etapa adulta. Aunque las apariencias engañan, pues este pequeño caza en una sola noche más presas que un leopardo en 6 meses.
La reputación del temible gato patinegro terminó de confirmarse cuando un grupo de documentalistas decidió capturar, en su hábitat natural, imágenes inéditas de la especie para procurar entender mejor su estilo de vida. Los especialistas en imagen recurrieron a una cámara especial ultra sensible a la luz para registrar los movimientos nocturno de estos felinos, trabajo que se simplificó por el hecho de que los ejemplares en cuestión ya habían sido catalogados y etiquetados con collares de seguimiento. Como se trata de animales diminutos y sumamente ágiles, resulta extremadamente fácil perderlos entre la vegetación.
Asesino por excelencia.
Gracias a las imágenes que registraron los documentalistas se pudo corroborar algo que los biólogos sospechaban desde hacía mucho tiempo: el gato patinegro es un cazador ejemplar y deja en ridículo a muchos otros de su género. El comportamiento despiadado y sanguinario del gato patinegro se debe a su metabolismo acelerado, que lo mantiene siempre activo y alimentándose regularmente.
El Felis nigripes es capaz de devorar entre 10 y 14 presas (evidentemente, roedores y pájaros pequeños) en una sola noche. Su ritmo de caza equivale a atrapar una presa cada 50 minutos. Sin embargo, también resulta importante señalar que estos felinos logran atrapar a dos de cada tres presas que persiguen. En comparación, los leones sólo tienen éxito en el 25% de sus cacerías. La mayoría de las veces las presas del gato patinegro logran emprender la huida, pero este pequeño animal no sabe lo que es piedad.
Las grabaciones también revelaron que estos felinos emplean tres técnicas durante sus cacerías: una consiste en recorrer los campos a toda velocidad para atrapar a cualquier animal que le sirva de alimento. En otra, siguen a sus presas hasta las madrigueras y las atrapa dentro de sus propios refugios. Sin embargo, la táctica más sorprendente es aquella donde el gato patinegro se mantiene inmóvil hasta 2 horas en un escondrijo, esperando a que una presa desafortunada pasé por enfrente, momento en que salta y la atrapa.