Deb Siggins una mujer de 55 años, que vive en Iowa, decidió unirse a la causa durante la pandemia que se enfrenta y cosió cientos de máscaras faciales y las colocó en el arbusto frente a su casa para que sus amigos, familiares, vecinos y miembros de la comunidad local las puedan agarrar cuando las necesiten
“Mi objetivo era hacer 100 para un hospital, pero mis amigos y familiares querían algo y simplemente se disparó, se volvió loco, recibí tantas solicitudes de todas partes hasta el punto en que no puedo seguir el ritmo", publica Milenio.
UnityPoint Health del Hospital St. Luke's en Cedar Rapids mandó una solicitud pidiendo que las personas que cosieran cubrebocas para sus trabajadores de la salud que enfrentan escasez en medio de la pandemia de coronavirus, y Siggins decididió ayudar.
Siggins mantiene las pautas de distanciamiento social mientras ayuda con la escasez, por eso cuelga sus cubrebocas, los cuales tienen una variedad de diseños, en el árbol.
Según Siggins, las mascarillas suelen desaparecer un día después de haberlas colgado por lo que regularmente reabastece el árbol. La talentosa artesana también ha usado su don de coser para hacer máscaras para compañeros de trabajo, bomberos, paramédicos, empleados de supermercados y pacientes de edad avanzada en el consultorio del médico donde trabaja.
"Soy un donante, así que siempre estoy feliz de ayudar y no planeo detenerse hasta que termine la pandemia"