James Gordon, mejor conocido como “Bo Gritz”, fue un capitán de las fuerzas especiales estadounidenses que inspiró a uno de los personajes más emblemáticos del cine de los 80. Las hazañas de Gordon en el campo de batalla fueron tan notables que se le considera un “héroe americano” premiado con altas condecoraciones.
El verdadera Rambo.
En esencia, las películas protagonizadas por Sylvester Stallone buscaron cierta correspondencia con la biografía de Bo Gritz. En la saga de películas que se estrenó en la década de 1980, John Rambo aniquila a más de 500 enemigos empleando armas de fuego, granadas, cuchillos, arco y flecha. La cifra no está muy por arriba de la marca personal de Bo Gritz, quien habría quitado la vida a 400 enemigos durante sus múltiples batallas en Vietnam.
De hecho, Gritz también aprovechó su fama para divulgar que en el Sudeste Asiático existían prisioneros de guerra estadounidenses, capturados por comunistas de la Unión Soviética. En base a esta información, el gobierno estadounidense autorizó una misión de rescate encabezada por el capitán. En aquella ocasión no se encontró prisionero alguno, pero el fracaso no impidió el estreno de Rambo 2. La trama de la película se basó en la información divulgada por Bo Gritz, con la única diferencia de que en el universo ficticio los rusos sí tenían prisioneros estadounidenses.
El 1986, el capitán Gordon pasó a entrenar muyahidines afganos en Sandy Valley (Nevada) para hacer frente a los soviéticos. De esta forma, en 1988 la tercera película de la franquicia mostró a un John Rambo que asistía una revuelta afgana contra los rusos. Así, las acciones de Bo Gritz terminaron influenciando lo que aparecía en las películas.
“Cuando lanzaron la tercera película, empecé a sospechar que mi vida se parecía mucho a la de Rambo”, mencionó en una entrevista para el periódico El País. Desde entonces, el hombre se autodenomino “el verdadero Rambo”.
Aliado del bien.
El legendario combatiente intentó quitarse la vida en 1998, cuando su cuarta esposa le solicitó el divorcio. Afortunadamente, el disparo no logró matarlo y una vez que se recuperó de la depresión volvió a casarse con otra mujer. Después se hizo evangélico.
Actualmente, la única batalla que libra Bo Gritz es divulgando la palabra del señor, un estilo de vida que recibió un guiño en Rambo 4. En la película, el personaje interpretado por Stallone termina en Birmania rescatando un grupo de cristianos y termina volviéndose uno de ellos, divulgando la palabra de Dios a punta de balas.
Erase and Forget, un documental de 2017 dirigido por Andrea Luka Zimmerman, toma elementos de la ficción y realidad para relatar la historia de Bo Gritz. En la producción, el antiguo capitán de las fuerzas especiales llega a reproducir las escenas de la saga que marcó el cine de los 80.
En nuestros días, Bo Gritz lleva una vida tranquila en su rancho, tal y como lo representó Rambo: la última misión. Debido a su edad, es poco probable que intente hacer frente al crimen organizado.