En los últimos años, algunas comunidades tradicionalmente católicas han venido reportando un incremento en los casos de posesión demoníaca. En 2018, los italianos informaron que el número de posesiones demoníacas se triplicó hasta alcanzar el medio millón en ese año. Y la situación es parecida en otros países católicos, como España e Irlanda, donde el número oficial de exorcismos se incrementa año con año.
Uno de estos casos fue documentado por el portal Metro el 5 de junio de 2016, un acontecimiento en que alegaron supuesta interferencia demoníaca. El video que acompaña el reportaje muestra a una mujer en la camilla de una ambulancia. No se tiene certeza, pero se supone que la escena fue filmada en alguna localidad española, aunque el acento de la persona que habla fuera de cámara parece sudamericano.
En las imágenes podemos escuchar a esta mujer llamada Carmela sacudiéndose salvajemente, mostrando los dientes y hablando con un tono de voz muy peculiar. Durante la conversación, asegura que Carmela ya no se encuentra allí y se va a podrir en el infierno. Sería alguna otra entidad que tomó control del cuerpo. En cierto punto, la inquietante voz dice: “mi padre Satanás vendrá por ella”.
Pero, lo más terrible sucede cuando la entidad demoníaca reclama la propiedad del bebé que Carmela espera. “Es mío. Él es para mí”.
Cuando se le pregunta si no puede ser otro bebé, la siniestra voz responde: “¡NO!”. Lo que sea que haya estado al mando estaba completamente decidido a tomar al bebé. Hasta ese punto llega el video, y tampoco se conoce mucho sobre el destino de Carmela.
¿Cuál es la explicación racional?
En el video se observan múltiples características de la típica posesión demoníaca. Movimientos corporales violentos, voz profunda y áspera y la conducta de agresión y hostilidad. Sin embargo, más allá del morbo que producen las imágenes no existe ningún otro tipo de información para llegar a una conclusión definitiva sobre el caso.
Evidentemente, multitud de explicaciones podrían ayudar a entender lo que sucede en este video. Por ejemplo, un trauma subyacente relacionado con el embarazo podría contribuir a una situación de esta clase. Por otro lado, esta “posesión demoníaca” podría ser el subconsciente de la mujer empleando la prevaleciente cultura católica para justificar el rechazo hacia su hijo.
Un conflicto interno también puede manifestarse en forma de psicosis, una situación en la que las preocupaciones sobre el bebé se tergiversan en elementos de la creencia católica, es decir, mediante la posesión de una fuerza maligna. En la última parte del video, justo antes de que la escena se corte, el supuesto demonio que posee a Carmela afirma que su bebé debe ser para él porque “ella es cristiana”. El hecho de que esta mujer justifique a través de su fe que las fuerzas del mal reclamen a su hijo parece indicar que existe un conflicto interno respecto a sus creencias.
Aunque, si consideramos la presencia de estos conflictos internos, pocos ambientes resultan tan propicios para las fuerzas de Satanás. Un factor común en los casos de posesión es la fragilidad emocional o mental de las víctimas.
Independientemente de la verdad tras el video, Carmela es una de muchas personas librado una batalla similar.