domingo, 26 de abril de 2020

5G

Si observas en la esquina superior derecha de tu teléfono móvil, probablemente encuentres el término «4G». Si visitas o estás en una ciudad grande, el icono podría mostrar «4G LTE». Esto significa que posees una conexión a Internet un poco más estable y rápida. Por otro lado, si te desplazas por una zona rural el teléfono podría indicar «3G», una tecnología que podría trabar tus transmisiones de video pero que sigue siendo aceptable.
el planeta tierra sobre un teclado

Las maravillas de la tecnología 5G.

Pero, si este año te encuentras en el lugar indicado con el dispositivo correcto, en esa esquina de tu teléfono podría aparecer algo nuevo: 5G. Un indicio de que tu experiencia en la red jamás volverá a ser igual. La letra «G» es una sigla para «generación». 5G es el término con que se refiere a la quinta generación de conectividad celular, una tecnología de punta donde convergen investigaciones pioneras.

Más velocidad.

Sin embargo, es necesario comprender que esta nueva generación cambiará mucho más que la velocidad a la que conectamos nuestros teléfonos inteligentes. Åsa Tamsons, jefe de negocios del fabricante sueco de equipos de telecomunicaciones Ericsson, asegura que «tendrá el mismo impacto que la electricidad, el silicio y el vapor tuvieron en las revoluciones previas de la industria».
A diferencia de generaciones pasadas, el funcionamiento de la tecnología 5G se basa en frecuencias de radio más altas. Aunque la velocidad en todas las ondas de radio es igual, la rapidez con que transmiten los datos es determinada por la longitud de onda de una frecuencia en particular. En general, entre más amplia es la frecuencia, menor es la longitud de onda y dispone de mayor ancho de banda para el envío de información.
La tecnología 4G emplea una frecuencia máxima de 2.6 gigahertz (GHz). Y las torres telefónicas 5G que empezaron a levantarse tienen capacidad de transmisión entre 3.5 GHz y 6 GHz. Con todo ese ancho de banda disponible, las conexiones 5G ofrecen una velocidad de descarga de hasta diez gigabits por segundo (Gb/s), diez veces más de lo que se puede alcanzar con la 4G. Una conexión de esta categoría permitiría bajar películas de alta definición en cuestión de segundos, ya ni siquiera minutos.
web

Menor latencia.

Pero, el Internet móvil de alta velocidad va mucho más allá de bajar archivos. Otro aspecto que ha cobrado mucha relevancia en los últimos años es la latencia. El término hace referencia al retraso que existe en una comunicación al interior de una red, el periodo de tiempo que transcurre entre el envío de un comando (como presionar algún botón en una aplicación) y la respuesta del servidor.
Entre más tiempo requiere, mayor es la latencia. Mientras en 4G encontramos una latencia máxima de 50 milisegundos, con 5G esa cifra se reduce apenas a 4 milisegundos, proporcionando al usuario la experiencia de una conexión casi instantánea.

Las mmWaves y 5G.

Sin embargo, a medida que la tecnología 5G se perfeccione podría alcanzar mayor velocidad, pues los proveedores de Internet contemplan aprovechar frecuencias superiores a los 6 GHz. En el espectro de radiofrecuencia tenemos una zona conocida como banda milimétrica, entre los 30 GHz y 300 GHz, característica por sus longitudes de onda extremadamente cortas (con un ancho de apenas 1-10 mm).
Estas «ondas milimétricas» (o «mmWaves«) ya se han empleado en el pasado en el diseño de pistolas de radar y radioastronomía. Por eso, una vez que la tecnología se encamine al uso de este ancho de banda ultra rápido que proporcionan las mmWaves, el 5G tendrá capacidad de ofrecer todos los beneficios que promete.
El gran inconveniente con esta tecnología son las altas frecuencias. Resulta que las longitudes de onda corta no tienen capacidad para viajar largas distancias y son de fácil interrupción. Particularmente las ondas milimétricas, que requieren una línea de visión con el dispositivo al que transmiten datos y pueden ser bloqueadas por automóviles, paredes e incluso lluvia. Hasta ahora, la única solución es poblar las comunidades con múltiples antenas, de forma que siempre se pueda estar lo suficientemente cerca de una como para captar la señal.

Un mundo hiperconectado.

Y como las altas frecuencias no requieren grandes antenas, en lugar de las enormes torres telefónicas que se levantan sobre las ciudades, el paisaje urbano estará abarrotado con transmisores ubicados en semáforos, postes de luz, puentes, etc.
poste de telefonia
Hace mucho que las redes de telefonía dejaron de usarse exclusivamente para las llamadas telefónicas. Hoy, la humanidad dispone de toda una variedad de dispositivos que requieren ancho de banda: computadoras personales con una conexión permanente a la nube para que las personas puedan trabajar mientras viajan, relojes inteligentes con planes de datos, dispositivos domésticos y cámaras de seguridad en alta definición que transmiten todo el tiempo.
En 2018, se estimó que la cantidad de dispositivos conectados a Internet ascendía a 8,400 millones. Para 2020, esa cifra es de 20,000 millones, lo que ha triplicado la cantidad de datos móviles utilizados.
5G es la respuesta para esta enorme carga de trabajo. Las longitudes de onda más cortas empleadas también proporcionan más capacidad, traduciéndose en que la red puede manejar más información simultáneamente. Sólo para hacernos una idea: 4G es capaz de soportar hasta 100 mil dispositivos por kilómetro cuadrado, mientras 5G tendrá capacidad para 1 millón de dispositivos en esa misma área.

El Internet de las cosas.

La enorme capacidad de la tecnología no sólo prevé un futuro con más dispositivos conectados, también impulsará de forma nunca antes vista el llamado «Internet de las cosas» (IoT). Millones de objetos cotidianos ubicados en las calles, oficinas, hogares, escuelas, etc., serán equipados con sensores que se encargarán de recolectar, transmitir y compartir datos. Una vez en la nube, toda esta información podrá cruzarse y analizarse para ayudar a empresas, hogares y comunidades enteras en la toma de decisiones inteligentes.

El profundo impacto económico de la tecnología 5G.

Indudablemente, este salto tecnológico promoverá el surgimiento de nuevos productos, negocios e incluso industrias. Una de las tecnologías más prometedoras son los automóviles autónomos y la Inteligencia Artificial. Algunos estiman que la tecnología 5G podría acumular US$12 billones en ventas anuales para 2035. Por eso, a nadie debe extrañar que tanto empresas como países compitan para adoptar 5G cuanto antes.
IoT camion
Corea del Sur fue el primer país en lanzar la tecnología 5G en todo su territorio, y las principales compañías de telecomunicaciones migraron a sus nuevas redes en abril. China y Estados Unidos planean lograr la misma hazaña este 2020, pese a que son países mucho más grandes. En el Reino Unido, las 25 principales ciudades ofrecerán 5G a fines de año. Sin embargo, Suiza se mantiene a la cabeza del avance europeo, pues implementará 5G en 227 áreas de su territorio.
Una vez disponible la red 5G, aparecerán los teléfonos. Como se requiere de un módem de última generación, la mayoría de teléfonos antiguos no soportan estas nuevas velocidades. Los principales fabricantes de teléfonos en el mundo se comprometieron a fabricar (o ya lo hacen) teléfonos inteligentes con tecnología 5G.
Al principio, 5G será aprovechada principalmente por las empresas, pero terminará beneficiando a todo mundo. El aumento en la velocidad de conexión y menor latencia para las empresas se traducirá en respuestas más rápidas y servicios de mejor calidad para los consumidores. La tecnología 5G nos alcanzará más rápido de lo que imaginamos.