lunes, 20 de abril de 2020

las Poquianchis


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Corría el año de 1948 cuando Delfina Gonzalez Valenzuela abrió las puertas del burdel ¨Guadalajara de Noche¨ entre sus clientes figuraban políticos, militares, campesinos y todo aquel que deseaba una noche de placer... Nadie se imaginaba lo que ocurría detrás de la organización de Delfina, que mas tarde incorporaría al negocio a sus hermanas Carmen, Eva y María. Años despues, serian conocidas como las Poquianchis... Con 91 asesinatos oficiales, se convertirían en las asesinas seriales mas despiadadas que se hayan visto en nuestro pais.

La cruel y escalofriante historia comenzó en San Juan de los Lagos, Jalisco. ¨El Guadalajara de Noche¨ empleaba entre sus filas a jóvenes de incluso hasta 13 y 15 años de edad... Las mujeres eran engañadas por Delfina, que les hacía creer a sus padres trabajarían como empleadas domesticas, también tenia hombres reclutando jovencitas en pueblos y rancherías cercanas, las engañaban cruelmente, o simplemente se las robaban... Una vez entregadas a Delfina, el infierno comenzaba para las inocentes jovencitas, pues les quitaban la ropa y eran probadas por los ayudantes que se encargaban de abusar de ellas, uno tras otro.

Al poco tiempo abrieron las puertas de su segundo burdel llamado con el mismo nombre ¨Guadalajara de Noche¨ en San Francisco del Rincón, las hermanas de Delfina eran las encargadas de la administración del dinero y del suministro de la comida, se cuenta que las jóvenes eran alimentadas con 5 tortillas y un plato de frijoles al dia. Los negocios de prostitución iban viento en popa, y entonces encontraron un local en León, Guanajuato, conocido como el Poquianchis... Al cual le cambiaron nombre a ¨La barca de oro¨ pero la gente continuaba llamándolo ¨Poquianchis¨ mismo sobrenombre por el que serían conocidas las hermanas entre la sociedad. En el año de 1962 los burdeles y cantinas de León, fueron prohibidos por el gobierno en Guanajuato, así que las Poquianchis solo se quedarían con el Burdel, ¨El Guadalajara de Noche¨ ofreciendo a militares servicios ¨gratis¨ a cambio de protección para el burdel.

La aterrado historia cuenta que la madre de las Poquianchis era una católica obsesionada con la religión, misma que le inculco a sus hijas, pero según la creencia de delfina la prostitución no era un pecado, siempre y cuando se respetaran ciertas reglas... Mismas que no podían romper ninguna de sus jóvenes trabajadoras... En caso de romperlas, eran salvajemente torturadas, y si alguna chica protestaba, intentaba escapar, o no querían acceder a alguna de las peticiones de sus clientes, eran arrastradas de los cabellos para despues ser asesinadas a golpes por los hombres de Delfina. Las poquianchis nunca asesinaban directamente a sus trabajadoras, pues era considerado para ellas ¨pecado¨.

Delfina y sus hermanas consideraban que al cumplir los 25 años, las mujeres ya eran ¨Viejas¨ y ya no les funcionaban, entonces las entregaban al ¨Verdugo¨ quien era uno de sus hombres, para que las encerrara en los cuartos del rancho... Las chicas se quedaban sin comer, las pateaban y golpeaban con una tabla de madera, una vez que quedaban inconscientes e indefensas, el ¨Verdugo¨ las sacaba del cuarto, para enterrarlas aun con vida, en una zona del rancho.

También si alguna de las chicas se embarazaba, las obligaban a abortar, se presume que los fetos eran metidos en botellas, para después desaparecerlos...

El 12 de enero de 1964 el infierno del cautiverio de las Poquianchis fue denunciado a las autoridades por una joven que logro escapar, el rumor se comenzó a correr de forma inmediata, y aunque Delfina y sus hermanas negaron los cargos, los agentes judiciales encontraron 90 cuerpos de mujeres enterrados, fetos en descomposición y huesos por todo el rancho. Esta vez no hubo nada que pudiera ayudar a las Poquianchis, quienes fueron sentenciadas a 40 años de prisión.

El 17 de octubre de 1978 Delfina murió de 56 años a causa de un recipiente de cemento que cayo en su cabeza mientras unos albañiles hacían arreglos en una de las celdas.
Carmen, falleció en su celda en noviembre de 1984 a causa de un cáncer hepático.
María de Jesús salió de la cárcel y nunca se volvió a saber de ella...

Eva, quien había dejado el negocio de sus hermanas, fue arrestada en Matamoros, y termino sus días en un manicomio.

Se han dicho muchos rumores acerca del caso de las ¨Poquianchis¨ algunos hablan de rituales satánicos, otros que obligaban a sus jovencitas a mantener actos de zoofilia, entre otras cosas.