Se sabe que mantener una salud mental equilibrada es tan importante como procurar la física. En medio de las tribulaciones que acarrea la pandemia de Covid-19, la principal preocupación de la mayoría gira en torno a nuestra salud y bienestar físico. Sin embargo, atravesar por un período tan estresante como éste también provoca serias afectaciones en nuestra salud mental y emocional.
Aunque el panorama exige tener muchos cuidados, como el distanciamiento físico y las medidas de higiene, nuestras emociones no tienen por qué quedar a la deriva. Echar un vistazo consciente a nuestro interior en esta situación que atravesamos es un aspecto importante que contribuye no sólo a nuestra salud mental y psicológica, sino también a la física. Por eso, te sugerimos que sigas estas recomendaciones para que afrontes los próximos días con un mayor equilibrio.
1 – Amabilidad.
En el ámbito de la psicología positiva, la amabilidad es un aspecto muy importante para lograr el bienestar. Durante el transcurso de esta pandemia observamos múltiples demostraciones de solidaridad. Tenemos los numerosos casos de individuos que se ofrecen a realizar las compras de vecinos enfermos, evitando que abandonen su confinamiento y puedan contraer Covid-19.
Siempre que se contribuye al bienestar de los demás, contribuimos al nuestro propio. En este sentido, una cuarentena voluntaria también puede verse como un acto de amabilidad con la comunidad y con uno mismo.
2 – Optimismo.
La posibilidad de mantenernos dentro de nuestra casa es un privilegio que, además de proporcionar seguridad, ofrece la oportunidad de conectarnos con familiares. En ocasiones, los humanos debemos hacer un esfuerzo consciente para encontrar el lado positivo de cada situación.
Martin Seligman, considerado el padre de la psicología positiva, señala que los optimistas suelen ver los problemas como situaciones pasajeras, controlables y específicas. Por otro lado, los pesimistas observan situaciones que superan a la propia realidad.
3 – Los pies sobre la tierra.
No permitas que las hipótesis catastróficas te consuman y mucho menos contribuyas a su proliferación. Enfócate en el presente y en aquello que puedes hacer para prevenir el peor escenario y mitigar los desafíos existentes.
Si nos preocupamos por las situaciones desastrosas, que ni siquiera sabemos si sucederán, solamente generamos un desgaste físico y mental dejando de lado aquello que realmente debemos hacer.
4 – Mantén una rutina.
Busca adaptar esta nueva situación a una rutina. Establece un horario específico para actividades que desees incluir en tu vida cotidiana: dormir, despertar, alimentarte, descansar, ejercitarte, divertirte, etc. Nuestra mente y cuerpo suelen adaptarse mejor a los desafíos de la vida cotidiana cuando mantenemos una alimentación saludable, dormimos de forma regular y mantenemos los músculos activos.
5 – Ejercítate.
Aunque los gimnasios estén cerrados, todavía puedes mantener tu actividad física al día. Existen múltiples aplicaciones de celular con rutinas de ejercicio que puedes desarrollar en la seguridad y comodidad de tu hogar.
6 – Haz lo que te gusta.
Al establecer una rutina, evitarás invertir todo tu tiempo en el home office. Aprovecha ese tiempo libre para terminar aquellos libros que dejaste a la mitad, o hacer esa maratón de series que tanto ansiabas ver. Ahora tienes tiempo para pintar un cuadro o terminar un curso en línea que siempre te interesó.
7 – Infórmate de fuentes confiables.
De la misma forma que procuras cuidar tu cuerpo con una buena alimentación, debes vigilar todo aquello con que alimentas tu percepción de la realidad. En redes sociales y aplicaciones de mensajería circula una cantidad abrumadora de información todo el tiempo y, desgraciadamente, mucha está sesgada o es deliberadamente engañosa. Los datos y afirmaciones sin fuentes verificadas suelen generar una «indigestión» mental que resulta en pánico.
Por eso, es importante que consumas información de las fuentes oficiales. Puedes seguir el número de casos a partir de mapas interactivos actualizados diariamente o ver los reportes el sitio de la OMS. El gobierno de México también cuenta con un portal dedicado a la crisis.