Un gato blanco con manchas negras víctima del hambre se vio en la necesidad de invadir un supermercado con una sola cosa en mente: robar una caja de croquetas. Resultó muy hábil para burlar a los empleados del supermercado Tesco en la ciudad de Rugby, Inglaterra.
Las imágenes no dejan lugar a dudas. El gato echó un vistazo a la mercancía disponible y terminó eligiendo una caja de GoCat cuyo valor es de 2.49 euros. Retiró el artículo del estante, pero, se durmió.
La primera en encontrar al ladronzuelo de cuatro patas fue una mujer de 39 años llamada Melanie Morris-Jones, quien buscaba algo para comer y beber. Al salir, preguntó a la cajera si estaban enterados de que había un gato dormido en el pasillo de las croquetas.
Sorprendentemente, la dama respondió que el gato entraba cuando se le pegaba la gana, aunque en esta ocasión intentó robar y se quedó dormido. Por fortuna para el peludo, la tienda no levantó una denuncia en la estación de policía.