Neta qué oso con la o el roomie gritón. Fuera de si tienes pareja o un amig@ llega a verte por la noche, tu compañero de piso sabe perfectamente lo que haces y aunque tengas suerte de que sea alguien chido, la idea de este artículo es evitar toda incomodidad mientras puedas.
Los gemidos, gritos, nalgadas y cachetadas están bien, siempre y cuando sea consensuado y no haya un tercero en casa. Bueno... y que no sea parte del show. Y antes de continuar, cuidado con confiarse de que los roomies están dormidos y a la mañana siguiente escuchar el típico chiste mal intencionado.
6 Posiciones sexuales para no hacer ruido
1. Misionero infiltrado
Se trata del misionero que ya conoces pero más lento y con ella encima para que pueda manejar el movimiento de sus caderas y evitar los empujones, a veces bruscos, que realiza el hombre.
2. Grito silencioso
En cucharita, la persona detrás presiona un juguete sexual contra la vagina que provoque las mismas sensaciones del sexo oral, pero sin los golpes fuertes de los embates por la penetración.
3. Perrito al suelo
Si tu cama es de esas a las que les rechina todo, mejor coloca una cobija en el suelo y aquí va lo mejor: ella tiene que estar en cuatro y él de rodillas para la penetración. Pero si ella es ruidosa, procuren estar más cerca de la cama y colocar una almohada entre su boca y el colchón.
4. Rapidín en el baño
Si tu roomie está demasiado cerca de tu habitación, vete al baño. Ella debe estar sentada fregadero y él de frente para poder tomarla de la cadera mientras empuja. Incluso pueden abrir la regadera para que no se escuche tanto ruido.
5. Mastúrbense en el sillón
Mientras miran una peli en el sofá, cúbranse con una cobija pero procuren llevar ropa elástica para poder meter mano y masturbarse a gusto. Si alguien entra, sólo quédense quitos y actúen natural hasta que vuelvan a salir.
6. El cabeceo discreto
Él se coloca al borde del colchón y ella lo rodea con sus piernas colocando las rodillas en la cama mientras le da la espalda y pone su mano sobre el muslo del varón para mantener el equilibrio y moverse suavemente, a su ritmo.