En un hospital de Providence, Rhode Island, Estados Unidos, se informó el peculiar caso de una mujer de 25 años cuya sangre adquirió un peculiar tono azul marino. El vital líquido, parecido a la tinta de un bolígrafo, presentaba un 44% de la hemoglobina (la proteína que adhiere el oxigeno a la sangre) en una versión que no proporcionaba el imprescindible gas a los órganos.
El inusual episodio fue referenciado brevemente en una publicación del New England Journal of Medicine por dos médicos que atendieron el caso. Tras un día experimentando debilidad, cansancio y falta de aliento, la paciente notó que su piel había adquirido una tonalidad azul. Sus uñas se llenaron de manchas oscuras. Estos síntomas, causados por el bajo nivel de oxígeno en la sangre, coincidían con los de una cianosis (término derivado de cian, el color celeste).
La mujer de sangre azul.
Tras un doloroso tratamiento dental, la paciente se aplicó una pomada anestésica a base de benzocaína en la encía, aunque se excedió de la dosis recomendada. Así, el fármaco generó un aumento en los niveles de metahemoglobina en la sangre. La metahemoglobina es una variación de la hemoglobina, una proteína cuya fórmula incluye hierro responsable de adherirse al oxígeno y trasladarlo hasta los glóbulos rojos.
Podríamos comparar a la sangre de nuestro cuerpo con la función de un camarero en un restaurante. Además de pasar a cada mesa para ofrecer alimento (oxígeno), también limpia las mesas y recoge la basura (dióxido de carbono) generada por los clientes. Por supuesto, los clientes serían los órganos y tejidos de nuestro cuerpo. Además, la metahemoglobina no proporciona oxígeno, se aferra a éste y no lo suelta.
Por eso la paciente sufría de fatiga y cansancio: las mitocondrias en sus células (estructuras donde se genera energía) se quedaban sin oxígeno para quemar. Cuando acudió a realizarse los análisis, un 44% de su hemoglobina se había convertido en metahemoglobina.
Por increíble que parezca, la forma de solucionar la presencia excesiva de metahemoglobina en el organismo de la mujer fue que ingiriera una sustancia llamada azul de metileno, capaz de convertir la metahemoglobina en hemoglobina común.
A diferencia de los humanos, algunos arácnidos son famosos por presentar sangre de color azul. Sin embargo, esto se debe a que las moléculas encargadas de transportar el oxígeno se basan en el cobre, y no en el hierro. La mujer se recuperó poco después de recibir el antídoto y fue dada de alta sin mayor complicación.
Aquí se constata la importancia de aplicar o consumir fármacos en las dosis recomendadas.