La literatura de ficción y las grandes novelas nos han permitido explorar lo más recóndito, sombrío y a veces aterrador del comportamiento humano. Por lo mismo, estas obras no conocen límites. Sin embargo, a través de la historia no han faltado casos reales de individuos enfermos que se sobreponen a los saludables ejercicios de la imaginación literaria. Es así que lo destinado a ser puramente ficción se convierte en una trágica realidad. Algunos crímenes atroces e importantes se cometieron en nombre de libros enteramente ficticios, o estuvieron inspirados por obras que jamás deberían figurar en un informe policial.
Podemos encontrar la prueba de esto en textos sagrados, como la Biblia y el Corán, obras que no serán citadas en esta ocasión pues resultaría imposible listar todos los crímenes cometidos en nombre de estos libros. De hecho, en esta lista se incluyen novelas originales y libros de ficción evidente, que en un principio nada tienen que ver con la vida real. Por eso, libros de naturaleza política como «Mi Lucha», de Adolfo Hitler, han sido excluidos.
En resumen, los siete libros que figuran en esta lista sirvieron como estímulo para la mente enferma de lectores que tomaron la decisión de convertir tragedias ficticias en crímenes reales.
American Psycho, de Bret Easton Ellis (1991)
La novela “American Psycho”, publicada por Bret Easton Ellis en 1991, cuenta la historia de un hombre de negocios en la Nueva York de 1980 que oculta un lado oscuro de su personalidad: también es un asesino en serie. La obra fue recibida por la crítica con elogios y sorpresa, aunque la opinión pública rápidamente tomó una posición en contra. Se argumentaba que el libro hacía apología de los asesinos seriales y retrataba de forma gráfica la violencia contra la mujer. En el año 2000, Christian Bale protagonizó la adaptación cinematográfica de la obra, resultando en un auténtico éxito. Sin embargo, el popular libro encontró un camino trágico en un lector específico.
Aunque la prensa ha venido atribuyendo forzosamente varios crímenes a «American Psycho», en 2007 un adolescente de 14 años apuñaló y asesinó a un compañero de escuela en Florida, Estados Unidos. Durante el juicio, el asesino mencionó que el crimen fue ordenado por Dios e inspirado en la obra de Bret Easton Ellis. Lo condenaron a cadena perpetua.
El agente secreto, de Joseph Conrad (1907)
Esta novela de Joseph Conrad transcurre en el Londres de 1886. Narra la historia de un profesor universitario retirado y espía de un país no identificado que planea destruir el Observatorio de Greenwich con una carga de dinamita. Aunque tuvo poco éxito en la fecha de su publicación, posteriormente este libro sería reconocido como una de las obras más importantes en la carrera de Conrad. Tras los ataques terroristas del 11 de septiembre en los Estados Unidos, El agente secreto se convirtió en uno de los libros más citados del país por su contenido sobre espionaje, anarquía y terrorismo.
Uno de los más grandes fanáticos de este libro fue Ted Kaczynski, mejor conocido como Unabomber. Hasta la fecha, figura como el terrorista doméstico más célebre de los Estados Unidos, responsable por matar a tres personas y herir a otras 23. Kaczynski se volvió fanático de la obra de Conrad durante la adolescencia, identificándose con el personaje del profesor. Según algunos informes, Kaczynski habría confesado a su familia que jamás comprenderían sus ideas y acciones sin leer el libro.
Unabomber llegó a registrarse con el nombre del escritor al ingresar a los hoteles. Durante las investigaciones para dar con su paradero, el FBI llegó a contratar académicos especializados en la obra de Conrad para descifrar los motivos y el comportamiento del terrorista, que cumple sentencia de ocho cadenas perpetuas desde 1996.
Los versos satánicos, de Salman Rushdie (1988)
La obra del escritor británico de ascendencia india Salman Rushdie está inspirada en un mito que sugiere que algunos versos del Corán se retiraron del libro original por pasar a Mahoma mediante el propio Demonio, y no por el ángel Gabriel. En la obra se relata la historia de un par de indios musulmanes que sobreviven a un atentado con bomba. Mientras uno desarrolla una aureola, al otro le salen cuernos, cascos y cola. «Los versos satánicos» se consideró una fuerte crítica al islamismo y, a pesar de la buena recepción entre los críticos, algunos sectores reaccionaron de forma totalmente radical.
En un principio, varios adeptos al islam quemaron la obra en diversos países. Después, los gobiernos pasaron a prohibir oficialmente Los versos satánicos. Sin embargo, en 1989 la reacción llegó a un punto radical: el ayatolá iraní Ruhollah Jomeini decretó una fatwa (sentencia de muerte) contra Rushdie, pidiendo la aniquilación del escritor y todo aquel involucrado en la publicación del libro. Diversos líderes religiosos alrededor del mundo llegaron a ofrecer hasta 6 millones de dólares como recompensa para aquel que asesinara a Salman Rushdie.
El escritor se ocultó durante más de una década tras un nombre falso, y todavía hoy está amenazado de muerte. Esta situación llevó a un roce y eventual rompimiento de las relaciones entre el Reino Unido (que protege al escritor) e Irán.
Pero, más allá de la persecución de Rushdie, otros crímenes se perpetraron en nombre de este libro de ficción. En 1991, el encargado de traducir el libro al japonés murió a puñaladas. Ese mismo año, el hombre que lo traducía al italiano también sufrió un ataque a puñaladas, aunque logró sobrevivir. El editor en Noruega de Los versos satánicos también sufrió un atentado, aunque logró sobrevivir. Sin embargo, el crimen más atroz inspirado por esta obra tuvo lugar en 1993, cuando incendiaron un hotel para asesinar al traductor y terminaron matando a 37 personas.
Fundación, de Isaac Asimov (1942-1993)
La saga «Fundación» se divide en siete obras distintas escritas por el maestro de la ciencia ficción, el escritor ruso Isaac Asimov. En las novelas describen un futuro distante y distópico donde el destino de los habitantes se decreta por una institución llamada Fundación Enciclopédica. En los libros se cuenta la historia de la caída de un imperio, inspirada en la caída del Imperio Romano, y el surgimiento de un mundo de ciencia y sabiduría guiado por «la verdad».
La publicación de esta serie se extendió durante prácticamente toda la vida de Asimov; sin embargo, originalmente inició como una trilogía publicada en 1951. El escritor no retomaría la saga hasta 1981, cuando la opinión pública y seguidores lo convencieron de la importancia e impacto de su obra. Desafortunadamente, en este reconocimiento se incluye un atentado inspirado por esta serie.
En 1984, casi en la misma época en que Asimov retomaba Fundación, tuvo lugar en Japón la fundación de Aum Shinrikyo, un culto fundamentalista apocalíptico que perpetraría los ataques con gas sarín en el metro de Tokio en 1995. Durante el cobarde acto, coordinado en cinco trenes distintos, 13 personas murieron, 54 resultaron heridas de gravedad y otras 980 resultaron afectadas.
Sin embargo, algunas estimaciones señalan que al menos 6,000 personas sufrieron complicaciones por gas sarín. La historia sobre el colapso de un imperio y la «renovación» relatadas en los libros de Isaac Asimov inspiraron a los miembros del culto para llevar a cabo el ataque.
Rabia, de Stephen King (1977)
Bajo el seudónimo de Richard Bachman, Stephen King publicó «Rabia» en 1977 como un presagio de lo que se volvería una terrible realidad de los Estados Unidos: una masacre en una escuela. De hecho, la conexión de este libro con una serie de masacres reales en diversas escuelas del país llevó a que el autor, personalmente, prohibiera nuevas ediciones del libro.
En 1988, un estudiante en California tomó como rehenes a 60 estudiantes. Afortunadamente, el agresor quedó neutralizado y nadie más resultó herido. Sin embargo, el libro de King se presentó como inspiración para el crimen. Un año después, un lector obsesionado con la obra tomo como rehenes a un grupo de estudiantes en Kentucky, afortunadamente sin víctimas que lamentar. Sin embargo, en el mismo estado un alumno terminó asesinando a dos personas en 1993. En 1996, un par de estudiantes y un profesor murieron en el estado de Washington. Para 1997, en Kentucky otro alumno baleó a un grupo de ocho estudiantes, ocasionando la muerte de tres. En todos estos casos, los agresores llevaban un ejemplar de Rabia o se supo que tomaron como inspiración el libro.
A solicitud del propio autor, el libro se retiró de circulación desde 1997. De hecho, King escribió un ensayo titulado «Armas» donde aborda la problemática. Todas las ganancias por la venta de este escrito se destinaron a las campañas de prevención a la violencia.
El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger (1951)
El guardián entre el centeno es una de las obras más vendidas e influyentes de todos los tiempos. De acuerdo con algunas estimaciones, el título sigue vendiendo alrededor de un millón de copias al año. Se le reconoce por «inventar» la generación estadounidense en 1950 y promocionar la idea de literatura «joven».
La obra está enmarcada por las aventuras del joven Holden Caufield, que se encuentra en Nueva York tras haber repetido de año. Sin embargo, la obra está ligada de por vida a uno de los crímenes más impactantes del siglo XX: el asesinato de John Lennon.
En el mundo de locura que habitaba Mark David Chapman, la muerte del compositor (en diciembre de 1980) sería el «capítulo 27» del libro. El asesino citó algunos fragmentos de El guardián entre el centeno durante el juicio, y le encontraron una copia que tenia escrito «éste es mi testimonio». En el año 2000, Chapman declaró que el libro no lo llevó a asesinar a Lennon, pero si habría llegado demasiado lejos al identificarse con el personaje de Holden Caufield.
La naranja mecánica, de Anthony Burgess (1962)
La naranja mecánica, de Anthony Burgess, sucede en un futuro distópico donde frente a una extrema cultura en la que predomina la violencia, un adolescente va narrando los hechos violentos, el consumo de estupefacientes y las experiencias de su grupo en reformatorios y prisiones. Escrito con un estilo extremo, con palabras inventadas, términos de otros idiomas y un uso recurrente de la jerga, el libro se considera una obra maestra hasta nuestros días.
La película homónima, dirigida por Stanley Kubrick en 1971, también figura entre los clásicos del cine de todos los tiempos, un impulso de popularidad que elevó el libro a la condición de clásico moderno irrevocable. Sin embargo, detrás de todos estos logros «La naranja mecánica» oculta algunos episodios sombríos.
Originalmente, el libro se inspiró en un crimen terrible: la violación de Lynne, la primera esposa del autor, por parte de cuatro soldados estadounidenses. Tras la publicación del libro y el lanzamiento de la película, en 1973 un joven de 16 años, vestido como uno de los miembros de la pandilla en la historia, apuñaló a otro joven. En 2008, otro hombre vestido como “droog» proporcionó un puñetazo a una mujer en una pista de baile sin haber recibido provocación alguna.