Aunque en la lista de los libros de ficción más populares que se han escrito en la historia de la humanidad los hombres ocupen un abrumador porcentaje del 80%, una obra del género escrita por una mujer aparece como la más popular entre todas. Así lo concluyó un sondeo de la librería Wordery, cuya finalidad era responder a la pregunta: “¿los libros de ficción más valorados están escritos por hombres o mujeres?”.
Los “best sellers” de la ficción.
Al final, encontraron que la obra favorita del público en general fue Matar un ruiseñor, una novela de la escritora estadounidenses Harper Lee publicada en julio de 1960. De hecho, el libro se convirtió en un éxito inmediato, y con el paso del tiempo llegaría a afianzarse entre los más grandes clásicos de la literatura estadounidense. Dos años después de su publicación, la Universal Pictures lo llevó a la pantalla grande en una película titulada “¿Cómo matar a un ruiseñor?”, logrando hacerse con tres Premios Óscar ese mismo año.
Sin embargo, cuando la lista de popularidad se divide según el género de los “votantes”, las mujeres mantienen a Harper en el primer puesto, mientras los hombres se inclinan por George Orwell y la obra 1984, libro que se posiciona en el tercer puesto en la lista de votantes mixtos. Pero, incluso cuando se analizan las diez obras más populares de cada género las escritoras salen mal paradas, pues en la lista propuesta por mujeres la obra de Harper solamente está acompañada por Orgullo y prejuicio, una novela de Jane Austen.
Competencia desleal.
Quizá esta lista es un reflejo de la profunda desigualdad que existió entre los competidores hasta hace unas décadas. Dado que las mujeres han publicado menos obras en la historia, no resulta sorprendente que las listas de best-sellers estén dominadas por hombres. En el pasado, los hombres disfrutaron de mayores condiciones para la publicación de obras literarias, aunque Mary Shelley y Jane Austen, escritoras del siglo XIX, figuran como excepción a la regla. Eso sin mencionar a todas las escritoras que se vieron obligadas a ocultarse bajo un seudónimo para ocultar su género.
De hecho, se sabe que la literatura fue en gran parte abandonada por las mujeres en un periodo comprendido entre la Era victoriana y la primera mitad del siglo XIX, un fenómeno que atendió a un contexto histórico y social que, afortunadamente, ha ido cambiando con el tiempo.