A menudo referido como “el hombre más valiente sobre el que jamás escucharás”, el capitán Humbert Roque Versace ciertamente tiene una historia de vida cuya escaza popularidad no hace honor a sus proezas. Por eso, hoy desmenuzaremos aquellos dos años en que “Rocky” Versace se convirtió en una piedra en el zapato para los encargados de un campo de prisioneros de guerra en Vietnam, un recluso tan problemático que su conducta en este lugar le valió una Medalla de Honor.
Infancia y formación de “Rocky” Versace.
En 1937, en Honolulu, Hawái, la pareja conformada por el condecorado coronel del ejército Humbert Joseph Versace y la afamada escritora Marie Teresa “Tere” Ríos, recibía al pequeño “Rocky”, el mayor de cinco hermanos. Su familia llegó a describirlo como un niño testarudo, inteligente y con una dogmática exasperante. Steve, uno de sus hermanos, dijo que “cuando sabía que estaba en lo cierto, era totalmente implacable”, una conducta que en el futuro lo haría merecedor a la Medalla de Honor.
Siguiendo la exitosa trayectoria militar de su progenitor, en 1959 Versace asistió a la Academia Militar de los Estados Unidos de donde se graduó con honores. En los dos años posteriores recibió entrenamiento como Ranger del Ejército y paracaidista, hasta que eventualmente alcanzó el rango de capitán tras desempeñarse como líder de un pelotón de tanques durante una incursión en Corea del Norte, y poco tiempo después fue asignado a la distinguida Old Guard de Fort Meyer, unidad cuyo papel es principalmente ceremonial. Sin embargo, “Rocky” se ofreció voluntariamente para pelear en Vietnam.
Participación en la Guerra de Vietnam.
Antes de partir, Versace recibió nueva capacitación y terminó convertido en un Oficial de inteligencia. Dicho entrenamiento incluía clases intensivas de vietnamita, idioma que el soldado hablaba con fluidez cuando ingresó al servicio en mayo de 1962. Su desempeño con este idioma, aunado a su habilidad con el francés, hizo de “Rocky” Versace un activo sumamente valioso para el ejército estadounidense, y un hombre muy popular entre la población civil en el delta del Mekong.
Hablar fluidamente el vietnamita también beneficiaba los intereses personales de Versace, pues en el futuro planeaba convertirse en sacerdote católico y misionero para evangelizar a las poblaciones en Vietnam del Sur. Por ello, cuando no estaba en servicio, era común verlo en los orfanatos locales ayudando a las personas a obtener suministros y, en la medida de lo posible, hacerles la vida un poco más fácil a los vietnamitas. Además, Versace solía escribir correspondencia a diversas escuelas en territorio estadounidense para solicitar material de aprendizaje y juguetes que entregaba a los pequeños de las aldeas que visitaba.
Un año después, cuando terminó su servicio, Versace decidió quedarse en Vietnam seis meses más pese a que ya lo habían admitido en el seminario. Y es que, aunque los deseos de Versace por convertirse en sacerdote aún estaban vigentes, su decisión de realizar servicio extra en el ejército estuvo motivada por el deseo de seguir ayudando a los huérfanos que tanto había llegado a apreciar durante su estadía en Vietnam.
Prisionero de guerra.
A tan solo quince días de terminar su segundo servicio, Versace se ofreció como voluntario para una misión de alta peligrosidad que implicaba una incursión de las tropas de Vietnam del Sur al bosque U Minh para neutralizar un puesto de comando de Vietnam del Norte.
Durante la campaña, “Rocky” y sus compañeros cayeron en una emboscada que los dejó a merced del Frente Nacional de Liberación de Vietnam (FNLV). Superados en número y sin opciones viables, solicitó una retirada táctica. Junto al teniente Nick Rowe y el sargento Dan Pitzer, Versace posibilitó la salida de los soldados de Vietnam del Sur con fuego sostenido sobre el enemigo mientras recibía una autentica lluvia de balas. En la refriega, mientras “Rocky” estaba de pie haciendo frente al infierno en medio de la jungla, terminó herido en la espalda y ambas piernas por balas y metralla.
Esquivando disparos, Versace arremetió contra el enemigo dispuesto a matar con su bayoneta a cualquiera que se atravesara. Sin embargo, durante la embestida terminó recibiendo otro disparo y se desplomó, una vez en el suelo las fuerzas enemigas aprovecharon la oportunidad para atacarlo y golpearlo. Versace, Pitzer y Rowe terminaron sin armas y sin botas, después fueron llevados a un campo de prisioneros en medio de la jungla… este es el momento clave, cuando Versace demostró realmente de lo que estaba hecho.
Soldado inquebrantable.
Durante los dos años que estuvo como prisionero, el soldado convirtió en un inferno la vida de sus captores mientras intentaban, fallidamente, hacer lo mismo con él. “Rocky” Versace era un sujeto atractivo, alto, de personalidad fuerte e imponente, por lo que no demoró mucho en convertirse en una especie de líder para los prisioneros de guerra que lo acompañaban. Frecuentemente era torturado e interrogado, pero cada vez se negaba a proporcionar algún tipo de información útil al enemigoy, de hecho, acosaba implacablemente a sus verdugos citando varios puntos de la Convención de Ginebra (quizá inspirado por John Kelvin Koelsch, otro súper soldado). Cuando era aislado del resto, mataba el tiempo inventando toda clase de insultos creativos.
Realmente cansados de esta actitud, los captores de Versace decidieron separarlo de los otros prisioneros de guerra enviándolo a una jaula de bambú alejada, pero esto no lo imposibilitó a seguir levantando la moral de sus compañeros entonando a los cuatro vientos canciones pop. Cuando el FNLV lo envió a otra jaula más distante, simplemente cantó más fuerte. En un nuevo intento por callarlo, lo amordazaron, y Versace empezó a dejar mensajes de apoyo en el baño.
Los escapes de “Rocky” Versace.
Pero además de cantar durante su reclusión, Versace se las arregló para escapar en cuatro ocasiones, aunque lo recapturaban poco después. La primera ocasión acababa de llegar y estaba tan herido que era incapaz de caminar, por lo que decidió escapar a rastras en una zona pantanosa con los terribles dolores producidos por las heridas de bala y metralla. Evidentemente, el FNLV no tuvo que hacer mucho para recapturarlo.
Tras cada recaptura, Versace no se cansaba de gritar a sus captores que volvería a escapar a la más mínima oportunidad, lo que motivó a los vietnamitas a intensificar sus métodos para romperlo. Y sí, cada uno de estos intentos fracasó miserablemente. De hecho, lo primero que intentó el FNLV fue un lavado cerebral mostrando a Versace propaganda política. Dicen que, durante las sesiones, “Rocky” discutía en voz alta con sus adoctrinadores.
Un mártir de batalla.
Además de motivar a los otros prisioneros, Versace procuró recibir gran parte de las frustraciones y enojo de sus captores un sacrifico que, aparentemente, agradecían mucho sus compañeros en prisión. Pero también inspiró a los vietnamitas, pues cuando el FNLV paseaba por las aldeas locales a Versace completamente golpeado, el hombre intentaba expresar palabras de aliento a la población reunida. Esta situación realmente molestó al FNLV, y lo amenazaron con golpearlo brutalmente si volvía a hacerlo.
La frustración del FNLV en sus intentos por doblar a Versace, finalmente los condujo a una solución definitiva: ejecutarlo. Cuando le notificaron la decisión, dicen que respondió entonando God Bless America durante cinco horas en la noche antes de su ejecución. Aquella canción fue lo último que sus compañeros escucharon de Versace.
Cumpliendo la amenaza, el FNLV ejecutó a “Rocky” Versace el 26 de septiembre de 1965. Su cuerpo jamás llegó a ser recuperado, aunque en el Cementerio Nacional de Arlington hay una tumba vacía con su nombre.
Medalla de Honor.
Al principio, Humbert Roque Versace fue condecorado únicamente con la estrella de plata, el tercer premio de mayor importancia en el ejército de los Estados Unidos. Sin embargo, sus colegas no sintieron que esto reflejara el sacrificio de sus acciones cuando estuvo como prisionero en la Guerra de Vietnam, por lo que en un esfuerzo conjunto, de soldado y civiles, se promovió la difusión de los heroicos actos de Versace, lo que llevó a galardonarlo con el más alto honor militar de los Estados Unidos.
En 2002, el Dr. Stephen Versace, uno de los hermanos de “Rocky”, aceptó la Medalla de Honor del entonces presidente George W. Bush. Además, Versace se convirtió en un miembro del Salón de los Héroes del Pentágono y también figura en el Ranger Hall of Fame.