¿Sabes qué tienen en común la mayoría de muñecas que se comercializan como juguetes para niños? Por lo general, estas muñecas que abarrotan los estantes de las jugueterías trasmiten un estándar de belleza tan “perfecto” que es, literalmente, inalcanzable para cualquier persona. Y mira que hemos visto muchos intentos de humanos buscando asemejar su apariencia a la de estos objetos.
Olga Kamenetskaya es una artista ucraniana con un proyecto que busca
modificar las muñecas comerciales para acercarlas un poco más a la apariencia real de los humanos. ¿Cómo? Básicamente cubriendo toda la pintura y sobreponiendo rasgos más propios de las personas, así como detallando los rostros con un maquillaje mucho más normal. La parte interesante es que muchas de las muñecas lucen realmente mejor tras las intervenciones que hace la artista, comprobando que muchas veces lo natural luce mejor.
Y también hay muñecos