Definitivamente. Aunque sean términos utilizados sin ninguna clase de distinción, originalmente se trata de conceptos muy distintos.
Propaganda.
Propaganda y publicidad no son sinónimos, aunque se suelan utilizar sin ningún tipo de distinción en español. Propaganda es la actividad asociada a la divulgación de ideas (religiosas, políticas, partidarias, etc.) con la finalidad de influenciar determinado comportamiento.
Arriba cuentas con tres buenos ejemplos de carteles de propaganda ideológica. De izquierda a derecha: un cartel que promueve el poderío militar de la China comunista, una imagen que tenía la intención de “demonizar” a los judíos y que fue esparcida por toda Alemania durante el régimen nazi y el famoso cartel del Tío Sam, concebido para incentivar a los jóvenes a alistarse en el ejército de los Estados Unidos.
Un ejemplo actual y claro de propaganda son las campañas políticas en periodos pre electorales.
Publicidad.
Por su parte, la publicidad, en esencia, significa hacer algo público. Con la revolución industrial a finales del siglo XIX y el ascenso del capitalismo, la publicidad adquirió un sentido más comercial, y evolucionó hasta convertirse en una herramienta de comunicación para convencer al público de consumir determinado producto, servicio o marca. Los anuncios para la venta de automóviles, ropa o bebidas son ejemplos de publicidad.