Existen muchas leyendas del folclore mexicano en torno a las grandes construcciones, sobre todo en aquellas más antiguas y complicadas. Algunos ancianos cuentan que en el pasado, si se quería edificar una gran construcción, la forma más fácil y rápida de concluirla era ofrendando vidas al demonio, de otra forma, se tendrían muchas dificultades en el proceso.
No es raro escuchar leyendas de que para levantar algún edificio conocido tuvieron que morir cierta cantidad de personas de forma accidental o, peor aún, que estas personas habrían sido sepultadas en los pilares para servir como “guardianes” desde el mundo espiritual.
Las leyendas de los muertos en las construcciones.
Mi abuelo, que participó en la obra de construcción de la Presa Chicoasén, en Chiapas, ocasionalmente me cuenta la leyenda sobre esta obra. Relata que el ingeniero encargado de la obra simplemente no podía avanzar, había derrumbes y fallas constantes en la construcción que lo estaban atrasando demasiado. Cierto día, el diablo se le apareció y ofreció permitirle terminar la presa a cambio de determinado número de almas, propuesta a la que el profesional terminó accediendo.
Monumento en honor a los mineros que construyeron la presa. Fotografía
Ted McGrath / Flickr.
Ted McGrath / Flickr.
Mi abuelo asegura que las muertes en la obra de la Presa Chicoasén eran constantes, algunos morían cayendo desde las alturas, otros en accidentes de maquinaria pesada o sepultados por los derrumbes. Al final de obra, según la leyenda, el número de muertos era equivalente a las almas que había requerido el demonio.
Aunque son una parte rica de nuestra cultura, afortunadamente estas leyendas son cada vez más raras, quizá porque se han priorizado las normas de seguridad laboral así como las herramientas utilizadas para prevenir esta clase de desenlaces.
Los ataúdes bajo el puente en Tlalnepantla.
Toda esta historia es para presentar algo macabro que sucedió bajo un puente vehicular en la avenida Gustavo Baz en Tlalnepantla, Estado de México. Después que se abriera un pequeño hoyo en una de las bases de este puente, los curiosos encontraron varios ataúdes al interior y empezaron a difundir las imágenes a través de las redes sociales.
Esto revivió aquellas viejas leyendas de los sacrificios humanos en las construcciones; sin embargo, la autoridad ofreció una explicación que parece bastante inverosímil, mucho más que aquellas viejas leyendas. De acuerdo con Antonio Arias, director de Servicios Urbanos del municipio, la base de este puente sirve como bodega para almacenar féretros en disposición de ser donados a personas de escasos recursos.
Un total de 19 féretros fueron descubiertos en este sitio, 16 de adultos y 3 de niños. Elementos de la policía municipal y estatal así como personal del Ministerio Público, acudieron al lugar para constatar que los ataúdes estaban vacíos.
