Imagina que un día regresas del trabajo por carretera y te toca presenciar un accidente automovilístico de gravedad, como un descarrilamiento, o algo peor. ¿Sabes la forma correcta de actuar para ayudar a las víctimas y evitar que otros vehículos se involucren en el desastre? Muchas veces, en nuestra desesperación por hacer algo y ayudar, terminamos generando más problemas simplemente por la falta de conocimiento sobre el proceso que debemos seguir en estos casos.
A continuación, conocerás lo que se necesita para actuar en caso de que, desafortunadamente, te veas involucrado en un accidente grave de tráfico.
Las diversas instancias de tránsito suelen ofrecer trípticos, folletos y manuales informativos sobrecómo actuar en caso de un accidente. Pero aplicando la lógica, suponemos que no todos dedican tiempo a leer este material, sin mencionar que cuando se presenta una situación de emergencia, es imposible recordar todos los pormenores de estos manuales.
Por eso resulta importante saber al menos lo básico. Alejandro Tovar, del periódico El País, conversó con Ana María Novella, representante de una asociación enfocada en la prevención de accidentes de tránsito en España (STOP Accidentes), y nos hace la vida más fácil con este resumen. Resulta importante señalar que, aunque se trate de una asociación española, las recomendaciones aplican en la mayoría de los países.
Las siglas P. A. S.
Recordar las siglas PAS hará que sea mucho más fácil nuestra intervención en un percance de tránsito, pues estas letras hacen referencia a Proteger, Avisar y Socorrer – y representan el orden de las acciones que debemos tomar a la hora de auxiliar en un desastre.
Proteger.
Antes de realizar cualquier intervención, lo primero es ubicarnos en un lugar adecuado y utilizar los triángulos de seguridad para señalizar a los demás conductores que acaba de suceder un accidente – de esta forma, prevenimos que más accidentes puedan acontecer.
Avisar.
Una vez que hemos “asegurado” el área, el siguiente paso es dar aviso a los servicios de emergencia y comunicar la localización exacta del lugar donde sucedió el accidente. También es muy importante comunicar todos los detalles que se tengan sobre la situación y, de ser posible, ofrecer una descripción de cómo sucedieron las cosas. Resulta imprescindible mantener la calma y poner atención a las preguntas de la operadora, pues las respuestas ayudan a organizar el rescate de la mejor forma posible.
Socorrer.
Sólo después de asegurar el área y dar aviso a los servicios de emergencia es que debemos intentar auxiliar a las posibles víctimas del desastre. Evidentemente, es la fase más compleja del proceso dado que no todo mundo sabe de primeros auxilios. En el primer contacto, la recomendación más común (e importante) es que, siempre que sea posible, evitemos mover al accidentado.
Además es importante hacer un reconocimiento general de la persona, transmitirle seguridad y tranquilidad – siempre que tenga conciencia, permanecer a su lado y ayudarla dentro de nuestras posibilidades. Si la víctima se encuentra inconsciente, es necesario revisar sus signos vitales y, si detectamos pulso, intentar despertarla con golpes delicados o salpicando gotas de agua en el rostro.
Medidas preventivas importantes.
También se recomienda comprobar si la persona presenta sensibilidad en las extremidades y aflojar la ropa en caso de que se sienta incómoda, también cubrirla con una manta ya que, incluso cuando hace calor, en estas situaciones nuestros cuerpos pierden energía bastante rápido. Otro dato importante: por ningún motivo suministres medicamento o agua a la víctima, no intentes hacer algo para lo que no estás preparado, como una reanimación cardiopulmonar – si no sabes la forma correcta de llevar a cabo el proceso.
De cualquier forma, al practicar un masaje cardíaco debemos posicionar las manos en la parte central del pecho de la víctima, trasladarlas algunos centímetros a la izquierda y aplicar presión a un ritmo de 5 golpes por cada respiración.
En caso de que el accidentado presente hemorragia, se hace necesario aplicarle presión sobre la herida con un tejido limpio (como una gasa) para frenar el sangrado y, en caso de que tenga alguna quemadura, se debe limpiar el área afectada con agua fría y cubrirla con un aposito estéril. Si la víctima presenta fracturas, lo mejor es tranquilizarla y evitar que se mueva, toda vez que los intentos de “poner algo en su lugar” pueden empeorar el cuadro.
Un último consejo: nunca está de más llevar un kit de primeros auxilios en el automóvil. Después de todo, nunca sabemos cuándo vamos a necesitar de uno. Basta con algunos artículos sencillos como gasas, tijeras, algodón, antiséptico, vendas y apósitos. Si la situación llega a presentarse, no te olvides que las siglas P. A. S., tres letras que pueden hacer que te transformes en el héroe de otra persona.