Quizá te parezca familiar el nombre de Mayra Rosales, una mujer de 34 años residente de Texas que cuando pesaba alrededor de 499 kg fue acusada por la muerte de su sobrino Eliseo, de apenas 2 años de edad. En el 2008, los habitantes de la región donde vivía Mayra aseguraban que el niño había muerto sofocado, después que la mujer cayera sobre él.
Sin embargo, la responsable por la muerte de Eliseo fue la hermana de Mayra, que golpeó la cabeza del niño con un cepillo para el cabello. Pero, este trágico acontecimiento tuvo repercusiones que fueron más allá del sentimiento de luto: Mayra tomó conciencia de que realmente estaba a punto de morir, debido a su obesidad extrema.
En una entrevista que ofreció al portal Metro, la mujer aseguró que en ese tiempo simplemente había renunciado a la vida, que aunque aún respiraba no tenía ninguna experiencia significativa. Hoy, tras perder más de 360 kilogramos, conserva un peso de 90 kg. Y dejó de ser una de las personas más gordas de la historia.
Una nueva vida.
Ahora, Mayra tiene una relación completamente diferente con la comida, y dice que finalmente entendió que las personas deben comer solo para vivir, y que es algo perfectamente normal. Respecto a los problemas de salud que padecía cuando sufría obesidad mórbida, celebra el hecho de haberse librado de muchos de ellos – dejó de ser diabética, la hipertensión también se fue y sus niveles de colesterol se mantienen normales.
Su éxito fue posible gracias a una reducción en la ingesta de alimentos y una serie de cirugías a las que se sometió, con la ayuda del médico Dr. Younan Nowzaraden, famoso por ayudar a personas con obesidad mórbida a recuperar su calidad de vida.
Desde el punto de vista del médico, Mayra finalmente está motivada, pues ya ha perdido varios años de su vida postrada en una cama, sin poder caminar a causa de su peso. Ahora, la mujer debe someterse a cirugías para retirar el exceso de piel.
Jaime, la hermana de Mayra, confesó su culpabilidad por la muerte de Eliseo y fue condenada a 15 años de prisión.