Proveniente de una familia muy humilde, destrozada por el racismo, desanimado de proseguir los estudios por sus propios profesores, condenado a una existencia servil, y como única alternativa de supervivencia, Malcolm Little, nacido en Mayo de 1925, ya muy joven, armó una pandilla con su novia blanca para delinquir en pequeños atracos. Su novia lo traicionó, y aunque ella recibió una condena menor, él en 1945 fue sentenciado a pasar muchos años en prisión.
Sin embargo, allí terminó encontrando un inesperado camino. Un viejo preso se fijó en sus obvias aptitudes intelectuales y le aconsejó que, en lugar de vegetar en su celda y lamentarse durante todo el día, utilizase aquellos años de condena para intentar mejorar como persona.
Le animó a formarse, a educarse. Malcolm reavivó su perdida pasión por el estudio y empezó a leer cuanto caía en sus manos: política, filosofía, literatura clásica, Historia. Estudió en profundidad la Biblia y el Corán, anotando todo aquello que le llamaba la atención y adquiriendo de paso un amplísimo vocabulario por el que sería célebre más tarde.
En 1952 se le concedió la libertad condicional.
Ya era Malcom X.
Al año siguiente, ya convertido al Islam, fue destinado al Templo de la Nación Islam en Detroit como asistente, y muy pronto nombrado Ministro.
En ese momento, mientras con Martín Luther King, el Movimiento por los Derechos Civiles luchaba por la integración mediante el camino de la no violencia, Malcolm X estaba a favor de la completa separación de los afroamericanos de los blancos, llegando a proponer la creación de un país al sur de EEUU, y reconocer cualquier medio de lucha para alcanzar sus objetivos. Aunque su postura era más verbal que real, ese duro activismo dió lugar a grupos tan radicales como el el Black Power, las Panteras Negras o el Black Arts, determinantes en la lucha de los afroamericanos durante la década del 60 y principios de los 70.
Su evolución ideologica, hacia formas más moderadas, lo hizo abandonar la Organización en 1964.
Un año después, un 21 de Febrero, antes de dar un discurso, y luego de ser amenazado por la Nación Islámica y los sectores de la derecha Americana, fue asesinado.
Sin dudas, desde una perspectiva más madura, que ya se advertía en sus mensajes, Malcom, desapareció justo cuando estaba en posición de haberle ofrecido muchas más cosas a su Comunidad, en el único camino posible, el de la Paz y el Diálogo.
Nota Cortesía de Doña Ñatus
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