Poeta y dramaturgo, autor de la obra que narra el célebre romance entre Don Juan Tenorio y Doña Inés, José Zorrilla nació en Valladolid el 21 de febrero de 1817. Su vida, desde niño, fue un trasiego de lugares hasta que a la edad de 9 años se instaló con sus padres en Madrid; llegado el tiempo universitario, comenzó obligado los estudios de derecho que nunca llegó a terminar, su padre, profundamente recto e intransigente, no admitía la vocación literaria de José Zorrilla y se opuso a ella.
Se opuso con tal virulencia que envió al joven José a estudiar derecho a Toledo bajo la férrea vigilancia de un pariente canónigo, el resultado no podía ser otro que el fracaso por lo que fue devuelto a Valladolid donde recibió las severas amonestaciones de su padre quie, rindiéndose por fin a la evidencia de la imposibilidad de hacer de su hijo un letrado, lo mandó a Lerma con la intención de que se dedicara a cavar viñas.
Pero José no llegaría a Lerma, el joven autor huye de la voluntad paterna y regresa a Madrid, comienza así una de las muchas etapas de su vida en la que los apuros económicos eran fieles compañeros, en aquella llegó incluso a pasar hambre. A la muerte de Larra, Zorrilla le escribió un poema que no sólo le granjeó la amistad de Espronceda sino que también le abrió las puertas de la prensa del momento y comenzó a escribir en periódicos, en algunos casos sustituyendo al fallecido Larra.
Se casó dos veces y tuvo varias amantes, vivió en París, en México y en Cuba, también visitó Londres. Era un hombre apasionado que, tanto en Madrid como en París, se relacionó con las mejores plumas del momento (Espronceda, Alejandro Dumas, Victor Hugo…). Fue admitido en la Real Academia el mismo año en que murió su padre, quien falleció sin perdonar al bueno de Zorrilla haber salido del redil familiar.
Contaba 75 años cuando se despidió del mundo, no sin antes dejar dichos y escritos algunos de los versos y dramas más bellos de nuestra literatura, no en vano hablamos de uno de los exponentes del romanticismo literario.
Sus Citas y Frases célebres
“Por donde quiera que fui, la razón atropellé, la virtud escarnecí, a la justicia burlé y a las mujeres vendí. ” - (Don Juan Tenorio)
“La amistad es como la música; dos cuerdas del mismo tono vibrarán ambas, aunque sólo se toque una. ”
“Fortuna que se canta siempre se la lleva el aire.”
“Por donde quiera que fui, la razón atropellé la virtud escarnecí, a la justicia burlé y a las mujeres vendí. ”
“Clamé al cielo, y no me oyó. Mas, si sus puertas me cierra, de mis pasos en la Tierra responda el cielo, no yo.”
“Yo no soy ya lo que fui: y viendo cuán poco soy, dejo a los que más son hoy pasar delante de mí. ”
“Así por sus altos fines dispone y permite el cielo que puedan mudar al hombre fortuna, poder y tiempo.”
Nota cortesía del Chilango Maromas
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