sábado, 12 de febrero de 2022

Julio Cortázar



Buscó siempre las costuras rotas de la realidad, y por allí se escapaba lo cotidiano para perderse en otro ámbito, un universo aunque próximo, irreal, cómo un espejo de Alicia en una plaza o detrás del bar de la esquina, y allí nacía su Literatura.

Julio Cortázar nació de casualidad en Bruselas en 1914, donde su padre era oficinista de la Embajada Argentina. Con muy pocos años, la familia volvió a Buenos Aires. El padre los abandonó, y quedaron él, su madre, y su hermana en una situación muy difícil. Siendo niño, enfermó durante varios meses, leyendo todo lo que caía en sus manos y para iniciar un viaje ya sin retorno con los libros y la literatura. A los 9 años ya había leído a Julio Verne, Víctor Hugo y Edgar Allan Poe, y solía pasar horas con un diccionario Pequeño Larousse y eso lo convirtió en un escritor precoz. Estudió Magisterio, y se especializó en Letras. Después empezó Filosofía y Letras, pero las necesidades económicas de su Familia cambiaron sus planes: abandonó sus estudios  y se puso a trabajar como maestro en un pueblo perdido de La Pampa Argentina. En 1944 se trasladó a la ciudad de Mendoza, en cuya universidad impartió cursos de Literatura Francesa, de esa época son sus primeros cuentos y poemas.

Llega a París en 1951 gracias a una Beca, y su trabajo como traductor de la UNESCO, hace que se radique en la Capital Francesa.

Los años 60' lo consolidan como un referente de la Literatura Latinoamericana, que su novela Rayuela de 1963, traducida a más de 30 idiomas, terminaría de consagrar.

En esa década a su Sensibilidad Artística, sumó su preocupación Social.

De Intelectual introvertido que había sido hasta entonces, pasó a ser un activista.

Se comprometió con las clases marginadas y estuvo muy cerca de los movimientos de izquierdas, y los derechos de muchas de sus Obras fueron destinados a las Familias de los presos políticos.

Partió un día como hoy de 1984.

Altísimo y delgado,  delicado y gentil, parecía un eterno adolescente, inquieto y curioso.

Tenia  una inocencia natural que lo hacía preguntar con  candor. La vanidad le era ajena. Se trataba de un Ser profundamente Etico, casi mágico, obsesivamente perseguido por la Razón Moral de su comportamiento

Entre vanguardia,  realidad y  fantasía, Cortázar inaugura una nueva forma de hacer Literatura, renovando el género del Cuento Fantástico, con relatos que se apartaron de la metafísica, indagando en las facetas más enigmáticas de lo cotidiano, y buscando siempre la Esencia de lo que somos.



Cortesía de Chilango Pulitzer



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