Tonee “Valentine” Carter ganó US$ 60 mil dólares de propina tocando el piano en un aeropuerto estadounidense.
Lo que para el hombre parecía un día normal se transformó en un milagro cuando un extraño lo filmó tocando y publicó el video en Internet. Carter tiene 66 años y no es un pianista famoso, pero su audiencia proviene de muchos países. Todos los días, desde hace años, toca en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson.
Hace algunos días, el conferencista motivacional Carlos Whittaker se topó con el pianista mientras esperaba su vuelo de regreso a Tennessee. Cancelaron su conferencia y mientras “caminaba por el corredor, escuché a alguien tocando el piano, por lo que me sentí obligado a pasar por allí”, dijo Whittaker en una entrevista para CNN.
Durante más de una hora, Whittaker estuvo en el bar del aeropuerto disfrutando de la música. Le pareció que las melodías fluían con extrema facilidad desde los dedos de Carter. Este orador motivacional grabó videos del pianista y los compartió en su cuenta de Instagram, donde tiene alrededor de 200 mil seguidores.
Tras una breve charla con Carter, Whittaker desafío a sus seguidores para reunir la mayor propina que el pianista de 66 años hubiera recibido. “En apenas media hora, juntamos 10 mil dólares”, relató. En una de las historias compartidas en Instagram, Whittaker filmó el instante en que Carter se entera que un grupo de desconocidos reunieron miles de dólares para él”.
“Me asusté. Creí que era una broma, no lo podía creer. Algo así no suele suceder”, dijo el pianista. “No sabía cómo sentirme. Este es mi trabajo. Me encanta dar, donar y ayudar a las personas, pero jamás creí que hicieran algo así por mí”, explicó.
Antes que Whittaker se subiera al avión, comunicó a sus seguidores que podían seguir dando propina para Carter mediante una aplicación bancaria. Al aterrizar en Nashville, ya sumaban US$ 20 mil. En el momento que Whittaker entrevistó a Carter para su podcast, esa misma noche, la cifra alcanzó los US$ 44 mil. Eventualmente, llegarían hasta los US$ 61,000.
Amor por el piano.
A la tierna edad de 6 años, Carter acudió a un concierto de Ray Charles acompañando por su padre. Desde ese momento supo que la música era lo suyo. Valentine, como se hace llamar artísticamente, afirma que la música suele recordarle que “la vida es buena»”, pese a todo lo malo que pasa en el mundo. “Cuando toco, me siento el hombre más feliz del mundo”, aseguró.
Sin embargo, su vida no ha sido fácil. En 2008, mientras laboraba en un crucero, le notificaron que sufría de una severa insuficiencia renal. Sus riñones funcionaban apenas al 10% y el diagnóstico puso su vida patas arriba. Actualmente, las noches del pianista se consumen en tratamientos de diálisis.
“Tengo que hacer lo que tengo que hacer para vivir”, dijo. Aunque asegura sentirse feliz de no padecer una enfermedad más grave. “Quizá mis riñones no funcionan, pero puedo levantarme e ir a trabajar todos los días”, señaló. “Soy la persona más feliz que conozco”.
Carter asegura que ama su trabajo en el aeropuerto. “Las personas que van de vacaciones, a un viaje de negocios o para visitar a sus seres queridos, están felices […] y cuando tienen un mal día, pasan junto a mí y las cosas mejoran un poco”. También dice que Whittaker es un ángel.
“Era un día normal y este tipo se acercó, se presentó y dijo que deseaba entrevistarme para su podcast”. En cuestión de horas, miles de personas alrededor del mundo sabían el nombre de Carter. “Lloré durante días, no por el total, sino por el número de donaciones individuales”, señaló el pianista.
Cortesia de Chava chismes
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