Un héroe a punto de morir sabe que una valquiria vendrá en su búsqueda para llevarlo a la morada de Odín, lo que lo hace feliz. Los nórdicos consideraban una vergüenza morir de vejez o enfermedad, pues eran un pueblo valiente y guerrero, si llegaban a saber que iban a morir sin combatir entonces ellos por si solos se hacían heridas en el cuerpo con la esperanza de que Odín los aceptara como guerreros héroes.
A diferencia de todos los demás paraísos prometidos por las religiones del hemisferio oriental, su atractivo, su placer prometido (además de estar en presencia de Odín) era estar en compañía de los correligionarios, comiendo y luchando, alternativa e incesantemente.
Estaban las nueve robustas y sanas Valkirias, las virginales amazonas de la guerra, despojadas de sus armaduras y vestidas de blanco, para cumplir con su único deber: atender a los comensales, Ilevándoles fuentes llenas de tajadas de jabalí y jarras de hidromiel, para que renovasen fuerzas y se pusieran a combatir a fondo.
Cortesía de RUCKY
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