Hay una leyenda sobre un antiguo rey que vivió en épocas turbulentas, que murió muy joven en extrañas circunstancias y sobre el destino de quienes osaron profanar su tumba.
Tutankamón no dejó herederos y fue olvidado por su pueblo, pero el descubrimiento de su tumba, imperturbada hasta ese momento, en 1922 lo convirtió en el faraón más conocido de nuestros días.
A su fama también contribuyó el hecho de que después del hallazgo de la tumba, algunos de los trabajadores relacionados al suceso comenzaran a morir de formas extrañas. En poco tiempo, comenzó a hablarse de la maldición de Tutankamón: ¿Estaba el faraón vengándose desde el más allá, de aquellos hombres que habían osado perturbar su descanso? ¿Habían los investigadores liberado un poder dormido durante milenios?.
La ciencia ha dado varias explicaciones a estos "extraños hechos" mientras que otras personas derechamente descartan de lleno alguna "extraña circunstancia" y simplemente atribuyen el asunto a la superstición y las habladurías acrecentadas por la prensa.
Cortesía de RICKAKA
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